No estamos solos. Nuestros cuerpos cargan millones de bacterias, virus, hongos y protozoos. Las llevamos en la piel, el aparato digestivo, la boca, los ojos. A esta familia de huéspedes que llevamos a todos lados, se sumó el coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), que surgió en Wuhan, China, provoca la enfermedad Covid-19 y mantiene la alerta sanitaria.
Al ser una enfermedad viral, el padecimiento se contagia principalmente entre personas, a través de pequeñas gotitas de saliva impregnadas del virus, que son expulsadas por la boca o la nariz, al toser, estornudar o incluso al hablar.
También nos podemos contagiar al tocar una superficie contaminada y luego nos tocamos la cara, en especial la zona de los ojos, nariz y boca. Sin darnos cuenta, nos tocamos la cara 23 veces por hora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la mejor arma para prevenir el contagio es un constante lavado de manos con agua y jabón antibacterial durante al menos 20 segundos. Sin embargo, tanto en México como en los países que registran presencia del nuevo coronavirus la respuesta fueron las compras de pánico de gel antibacterial, que provocaron desabasto y un alza de precio.
El epidemiólogo Óscar Sosa y el productor de alcohol en gel, Carlos Kenji Shirai Matdumoto, de la productora Casa Miyako, coindicen en que el gel antibacterial es un arma que juega a nuestro favor en la guerra contra el Covid-19, pero su uso debe estar limitado a momentos en los que no disponemos de agua y jabón.
“El alcohol en gel es para cuando estamos en la calle y no tenemos oportunidad de lavarnos las manos”, dice el médico. Sin embargo, la alta demanda causó que el gel antibacterial se convierta en un producto tan cotizado que las tiendas de autoservicio limitaron su venta por cliente, o se revenden en la calle tres o cuatro veces por encima de su precio de mercado.
El Sol de México detectó que en el Centro Histórico se vendía una botella de medio litro en 120 pesos, cuando su precio promedio es de 33.
Esto fue confirmado por Carlos Shirai, quien señaló que en sus ventas detectó clientes no habituales que compraron cantidades menores, como 100 mil unidades, que son destinadas para la reventa o distribución a un precio hasta cuatro veces más alto de su valor previo a la confirmación del primer caso de Covid-19 en México, el 28 de febrero.
Para que tenga la capacidad de eliminar virus y bacterias, el gel debe tener entre 60 y 95 por ciento de alcohol. Los geles que no tienen alcohol o tienen menor porcentaje son menos efectivos para eliminar los virus, por lo que seguiríamos vulnerables al contagio. Siempre será más efectivo lavarse las manos con agua, de preferencia tibia, y jabón antibacterial.
El epidemiólogo Óscar Sosa separa: la mejor manera de eliminar los virus y bacterias de nuestras manos es el lavado frecuente con agua y jabón. El uso de gel antibacterial será nuestro aliado al salir de casa y subir al transporte público, estar en oficinas públicas, o lugares donde haya concentraciones de personas.
El alcohol en gel casero, continúa, es efectivo, pero para uso personal, ya que es difícil que su calidad se equipare con los producidos de manera industrial. Para hacerlo, recomendó aplicar nueve partes de alcohol por una de glicerina. Por ejemplo: en un bote de 100 mililitros, aplicar 90 de alcohol por 10 de glicerina.
La única condición para usar el gel es aplicarlo en toda la mano durante 20 segundos, entre los dedos, las muñecas, las palmas, las uñas, el dorso, y antes de comer, después de bajar del transporte público, al salir de casa o después de ir a un baño público que no dispone de agua.