¿Cómo limpiar los oídos? Parece que esta pregunta tiene una respuesta simple, que puede acabar en una o dos líneas, pero la verdad es que no. Aquí te contamos todo lo relacionado a este paso vital para la higiene.
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Los expertos recomiendan limpiar los oídos a la hora del baño, ya que nuestra piel se encuentra humedad y es más fácil limpiar el cerumen. Esto se consigue manteniendo la cabeza ligeramente inclinada durante dos minutos, dejando que el agua entré a los oídos. Después de esto hay que limpiar con algodón los restos de cera.
No es recomendable usar los cotonetes, porque con esto se consigue compactar e introducir aún más el cerumen hacia el fondo del oído externo.
Lo anterior puede provocar graves repercusiones como pérdida auditiva, heridas, perforaciones o infecciones.
No es aconsejable introducir objetos punzantes en el oído. Esto ocasiona lo mismo que el cotonete, con el agregado que puede lastimar gravemente a la persona que los use.
Es igual de importante limpiar dentro del oído, como el exterior. Esto se puede hacer utilizando un tejido húmedo para la superficie.
Aunque parezca contraproducente, no hay que limpiar los oídos diariamente, esto puede ser perjudicial y lastimarlos. Es mejor hacerlo en días alternos.
El uso del celular ha aumentado a la vez el uso de auriculares, y el abuso de estos dispositivos favorece la reproducción del cerumen, es decir, incrementa la suciedad y los residuos.
Hay que tener algo en cuenta, el cerumen es positivo para la salud de tus oídos, pues funciona como un mecanismo de "auto lavado". El cuerpo produce la necesaria y elimina el exceso. El problema llega cuando hay una acumulación excesiva o la higiene general de la persona no es la adecuada, es por estos casos que se debe mantener atención a nuestros oídos.
Nota publicada originalmente en El Sol de Hermosillo
