Doce ojos de buey, 16 cámaras y un gran espejo en la parte trasera de la cabina: la compañía de turismo espacial Virgin Galactic presentó la nave que llevará, en fecha aún no determinada, a quienes puedan pagar cientos de miles de dólares para flotar unos minutos en el espacio.
La firma fundada por el multimillonario británico Richard Branson, que ahora cotiza en bolsa, pospuso varias veces la fecha de su primer vuelo comercial, aunque sus directivos dijeron recientemente que es cuestión de apenas unos meses.
Aún deben realizarse varios vuelos de prueba, dijo un responsable, antes de que el propio Branson ocupe un lugar a bordo.
La cabina, que tendrá seis plazas, fue diseñada para maximizar la visión de la Tierra.
Un periodista de la AFP visitó la cabina a través de realidad virtual, con un casco provisto por la compañía.
Cada asiento está cerca de un gran ojo de buey, cada uno de los cuales tiene conectada una cámara para que el pasajero pueda fotografiarse con la Tierra de fondo.
Otras ventanas que atraviesan el techo de la cabina ofrecen una vista espectacular del planeta.
Asimismo, los pasajeros podrán desabrocharse el cinturón de seguridad para experimentar la falta de gravedad.
Unos 600 clientes que desembolsaron 250 mil dólares cada uno, a los que Virgin Galactic llama "futuros astronautas", esperan desde hace años para abordar el SpaceShipTwo, cuyo desarrollo se vio retrasado por un fatal accidente en 2014, cuando un error de uno de los dos pilotos provocó la desintegración de la nave en pleno vuelo.
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