FRÁNCFORT, Alemania (AP).- Un grupo de expertos en informáticaasegura haberse infiltrado en los sistemas de acceso sin llave,usados por millones de vehículos, lo que significa que losladrones podrían, en teoría, asaltar los carros sin tener queromper los cristales.
Los expertos dicen que los sistemas conocidos como “keyless”(sin llave, en inglés), fabricados por Volkswagen desde 1995,pueden clonarse para permitir acceso no autorizado al interior delvehículo.
También aseguran que otro sistema usado por marcas como Ford,Opel de General Motor, Chevrolet y Renault puede hackearse.
En un documento entregado el viernes en la conferencia deseguridad Usenix en Austin, Texas, los autores dijeron que unladrón podría usar equipo común para interceptar códigos deingreso cuando se trasmiten por radiofrecuencia, y luego usar esainformación para clonar otro control remoto, para poder abrir elvehículo.
Volkswagen informó que sus modelos Golf, Tiguan, Touran yPassat más recientes, no se han visto afectados. Agregó que estáteniendo un “intercambio constructivo” con expertos, con elobjetivo de mejorar la seguridad tecnológica.
“La barra de prevención de robos sube constantemente, pero alfinal no hay garantía absoluta de seguridad”, dijo la empresa enun comunicado.
El documento deja fuera detalles de cómo realizaron el hacking,pero dice que los códigos pueden interceptarse con equipodisponible comercialmente.
“No queda claro si este tipo de ataques los están llevando acabo los criminales”, señala el reporte. “Sin embargo, hahabido varios reportes periodísticos sobre robos inexplicables envehículos cerrados en los últimos años”.
El reporte no señala el número exacto de coches que usan lossistemas vulnerables.
General Motors dijo que “no considera este aspecto un riesgoimportante para los clientes, debido a la sofisticación técnicade la manifestación y las limitadas circunstancias donde lademostración puede llevarse a cabo”.
Los autores del documento son Flavio García, David Oswald yPierre Pavlides, de la Escuela de Ciencias Informáticas de laUniversidad de Birmingham, y Timo Kasper, de la firma de seguridadalemana, Kasper & Oswald GmbH.