Hasta hace poco existía un sector de la economía nacional que no había dejado de dar buenas noticias.
Ese era el de las startups.
En un contexto apesadumbrado por la pandemia, falta de inversión pública, e incertidumbre privada, las startups mexicanas tuvieron durante el año pasado una jornada extraordinaria.
El país cerró el 2021 con siete unicornios, que son empresas tecnológicas valuadas por arriba de los mil millones de dólares: el marketplace de autos usados Kavak, el neobanco empresarial Konfío, el sistema de medios de pago Clip, el criptomercado Bitso, la plataforma de verificación de identidad Incode, la plataforma de gastos corporativos Clara y la aceleradora de e-comerce Merama.
Asimismo, según datos de la plataforma Transactional Track Record, la inversión de capital de riesgo en México durante 2021 superó los 4 mil millones de dólares; un incremento de 294% respecto de 2020 y de más de 2 mil por ciento si se compara con la que se realizó en 2016.
Estos datos se adjudican a una maduración del mercado mexicano, el cual ya es visto como un punto estratégico para cualquier empresa tecnológica o fondo de inversión con ambiciones globales. Como región, Latinoamérica es una tierra de oportunidades y México es la llave de entrada.
Durante los últimos años el ecosistema emprendedor tecnológico regional y nacional han visto el nacimiento de miles de empresas que se ocupan de prácticamente todas las ramas de la economía. El sector es uno de innovaciones con un impacto cuantificable en las realidades más complicadas, tales como la inclusión financiera, el desempleo, la salud, la educación, la logística o la movilidad.
Sin embargo esta buena racha ha llegado a su fin.
De a poco han ido surgiendo noticias preocupantes para esta capa del mercado que se había beneficiado de la pandemia, el teletrabajo y el incremento de la vida digital que le acompañó.
Hace sólo unos días la red global de emprendimiento digital Endeavor advirtió a las startups de todo el mundo sobre los riesgos que están acompañando a la caída en el precio de las acciones de las empresas de tecnología, la inflación internacional, el incremento en las tasas de interés, la amenaza de una recesión y la guerra en Ucrania que está alterando los mercados.
“Una desaceleración en la actividad de inversión, congelación en contrataciones e incluso despidos, estrategias de captura de mercado versus el seguir con expansiones internacionales, así como condiciones menos favorables de valuación” serán los resultados para las startups, según Endeavor.
Básicamente, fondos y startups ya no se pueden dar el lujo de quemar dinero.
El contexto no necesariamente es tan negativo, ni drástico, ni permanente como podría pensarse, sin embargo, es de esperarse una depuración en el ambiente emprendedor tecnológico así como una escasez de capital fresco.
Las empresas con fundamentales sólidos y valuaciones razonables son las que van a salir mejor libradas.
Esto ya empieza a ser cierto para varias startups.
Según datos de la plataforma Layoffs.fyi, la cual intenta llevar un conteo de los despidos en el mercado de startups global, de enero a junio de este año se registraron al menos 40 mil despidos.
Nombres como VTEX, Cameo, Quinto Andar, Loft, Bitso, MainStreet, Créditas, Coimbase, Buenbit, Shopee, Kavak, Zak, Robinhood o Favo son sólo algunos que han recurrido a esta medida para recortar gastos y prepararse para el entorno adverso.
Han platicado con este reportero más de un director de startup operando en México quienes confiesan que el dinero para el financiamiento está siendo más difícil de encontrar. Asimismo están ocurriendo despidos hormiga y recortes de beneficios.
Como andan las cosas seguramente ocurren situaciones más severas en otros lados, pero las consecuencias del cielo gris que está nublando al mundo en este mercado son sintomáticas.
Luego de la fiesta el unicornio anda crudo. Si eso le está pasando a los niños estrella ¿qué nos depara al resto?
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