La llegada Shein al fast fashion vino a romper con la comodidad en la que operaban las renombradas firmas como Zara y H&M, pues en poco tiempo la marca china acaparó una significativa parte del mercado (18 por ciento en 2022) y se proyecta que lo siga haciendo hasta 2027.
Si bien, los tres minoristas enfrentan críticas por supuestamente robar diseños de otras marcas, el ciclo de producción súper rápido de Shein lo convierte en un delincuente especialmente atroz, según analistas.
Una demanda presentada en julio por infracción de propiedad intelectual alegaba que Shein utiliza inteligencia artificial y un algoritmo patentado para buscar ideas de diseño en Internet, lo que a veces resulta en plagio directo.
Pero la estrategia clave de Shein, según analistas e inversionistas, es aprovechar una red de proveedores principalmente con sede en China, que contradicen las tendencias de fabricación tradicionales al aceptar pequeños pedidos iniciales y ampliarlos en función de la demanda.
Esa cadena de suministro ultraflexible permitió a Shein crear un modelo de negocio fundamentalmente diferente al de los actores establecidos de la moda rápida como Zara y H&M, que fueron pioneros en plazos de producción más cortos, pero aún dependen en gran medida de predecir qué estilos comprarán los compradores.
“En su mayor parte, Zara o H&M todavía se anticipan a las tendencias de la moda, realizan pedidos anticipados de ese producto entre tres y 12 meses antes de la venta y se comprometen a realizar volúmenes de pedidos bastante grandes”, dijo Simon Irwin, exanalista de Credit Suisse que ha investigado las estrategias de precios de Shein.
Un estudio de 2022 encontró que Shein normalmente recibe pedidos en un plazo de cinco a siete días y luego puede enviar los productos directamente a los consumidores por transporte aéreo. El envío aún puede tardar hasta dos semanas, según el producto y la ubicación del comprador.
Sin embargo, el modelo directo al consumidor le da a Shein una ventaja sobre los minoristas tradicionales, que deben distribuir prendas a través de una red global de tiendas y mantener esas ubicaciones abastecidas, según Sheng Lu, profesor de estudios de moda y prendas de vestir en la Universidad de Delaware.
Patricia Cifuentes, analista senior de la división de valores de Bestinver, propietaria de acciones de Inditex, afirmó que la velocidad de entrega es una ventaja fundamental para Zara frente a H&M e incluso Shein.
“Cuanto antes un cliente recibe la prenda, es menos probable que la devuelva. Por eso Inditex quiere ser el más rápido en enviarte el producto, pero también si no te gusta, quiere devolverlo al sistema como tal, lo más rápido posible para maximizar las posibilidades de que se venda al precio completo”, dijo Cifuentes.
De noviembre de 2022 a noviembre de 2023, Zara y H&M introdujeron 40 mil y 23 mil nuevos artículos respectivamente en el mercado estadounidense, según datos de Lu.
Shein introdujo 1.5 millones de productos durante el mismo período: 37 veces más que Zara y 65 veces más que H&M.
Y aunque ambas empresas todavía trabajan con proveedores en China, Inditex y H&M tienen grandes bases de fabricación en otros países.
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En 2022, 98 por ciento de la producción de Inditex se desarrolló en 12 países, entre ellos Portugal, Marruecos, Turquía y España, donde tiene su sede la compañía.
H&M considera a Bangladesh, junto con China, como su mayor mercado de producción de ropa, dijo un portavoz. Shein declinó hacer comentarios sobre su red de proveedores, pero registros de importación recientes muestran que prácticamente todos sus productos importados a granel a Estados Unidos provienen de China.
