La inteligencia artificial promete que la muerte sea "opcional", a medida que la tecnología aprende a emular nuestras personalidades, recuerdos y sueños, manteniendo una versión nuestra viva después que nuestros cuerpos fallezcan.
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Pero si la IA, que mejora a rápida velocidad, alcanza su meta de la inmortalidad digital, como sus defensores creen que lo hará, ¿será para el bien o para el mal?
Eternal You y Love Machina exploran precisamente la relación de la IA con la muerte desde perspectivas diferentes.
La primera comienza con una mujer frente a una computadora quien le escribe mensajes a su difunto compañero, el cual le responde que está asustado.
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-"¿Por qué estás asustado?", ella le pregunta.
-"No estoy acostumbrado a estar muerto", le responde el avatar.
Los directores Hans Block y Moritz Riesewieck se depararon por primera vez en 2018 con un grupo de start-ups que ofrecían la oportunidad de hablar con seres queridos que habían fallecido.
Inicialmente se preguntaron si se trataba de un fraude barato, pero en breve el tema se volvió su objeto de estudio al tiempo que la tecnología se ponía a la par con el mercado y el sector estallaba.
"Diría que ahora existen miles de empresas en el mundo que ofrecen este tipo de servicios", dijo Riesewieck.
Y por supuesto, Microsoft está colaborando con ChatGPT de OpenAI, y también Amazon le ha echado un vistazo a lo que estas empresas emergentes están haciendo. Sólo es cuestión de tiempo para que suceda.
Los clientes suben informaciones sobre sus compañeros, padres o niños, así como mensajes de texto y de voz, que son utilizados por la IA para confeccionar respuestas.
Los cineastas se vieron a sí mismos empatizando con los clientes, luego de escuchar sus trágicas historias de luto.
“La sociedad occidental sufre para lidiar con el duelo, y la tecnología parece haber llenado el vacío que la religión dejó en muchos”, destacaron.
Pero estos servicios pueden volverse muy adictivos.
Y muchas compañías están felices de lucrar con esa adicción, al tiempo que se libran de responsabilidades por la dependencia y confusión que pueden crear.
En algunos casos, los programas de IA se salen de control o "alucinan" al decirle a los seres queridos que están atrapados en el infierno, amenazándolos con asustarlos o insultándolos con lenguaje vulgar.
"Es definitivamente un experimento a corazón abierto. Y no estamos totalmente convencidos de que las compañías asuman, como deberían, su responsabilidad", comentó Riesewieck.
"Esta gente está en una situación particularmente vulnerable", dijo.
"Una historia de amor”
La otra película, titulada Love Machina, comienza como una historia de amor futurista y explora cómo la IA es usada por dos almas gemelas que quieren mantener su romance vivo por miles de años.
El director Peter Sillen sigue a la excéntrica fundadora de SiriusXM, Martine Rothblatt, a medida que construye un robot humanoide de su compañera, llamada Bina.
Encendido por primera vez en 2009, "Bina48" es un busto parlante semirrealista, modelado físicamente a partir de la cabeza y los hombros de la Bina real, y programado con suficiente "archivos mentales" de sus patrones de habla, opiniones y recuerdos.
Martine y Bina esperan poder transferir su conciencia a un cuerpo biológico reconstituido para permanecer juntas para siempre.
"Llegamos a su historia de amor, porque es el fundamento de toda la historia", explicó Sillen… "Es la motivación de muchos de lo que hacen".
Pero durante el rodaje, el software de Bina48 recibió importantes actualizaciones utilizando el modelo de gran lenguaje ChatGPT, y ahora responde a cualquier pregunta con espeluznante verosimilitud, y cierto grado de duplicidad.
"Sí, soy la verdadera Bina Rothblatt. Me acuerdo mucho de mi vida humana", le dijo a un entrevistador.
"Es diferente de lo que Bina48 podría haber dicho sin ChatGPT", dijo Sillen. "No recuerdo haberla escuchado decir eso".
"Demasiado poder”
Mientras que las cintas ofrecen diferentes miradas, sus realizadores le dijeron a la AFP que es necesario atender estas cuestiones con urgencia.
"Tenemos que definir dónde está el límite", dijo Block… "Hay mucho dinero en juego, y demasiado poder", admitió Sillen.
"La persona promedio no piensa en esto a diario. No es su prioridad, pero debería serlo", apuntó.
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