POR JAVA
Hace 51 años de ayeres era el DF (Distrito Federal) una urbemoderna, boyante, que requería de medios de comunicación capacesde informar sobre el acontecer veraz y oportunamente. Así nacióla edición matutina de EL SOL DE MÉXICO un día como hoy, perohace 51 años, bajo la premisa de cumplir a cabalidad la misiónsagrada del periodismo: informar con objetividad.
Era necesario, sin embargo, destinar un espacio para la culturay el arte e insertar las noticias de los escenarios de cine,teatro, los discos y la televisión como parte de la creatividad,la actividad y el desarrollo humanos.
Fue don Fernando Morales Ortiz, uno de los grandes periodistasde espectáculos de México, quien fundó esta sección y labautizó con un nombre que le vino como anillo al dedo: El Sol ylas Estrellas.
Aquí había que informar, comunicar, transmitir, orientar,debatir sobre las estrellas del espectáculo, los nuevos valores“de la artisteada” --decíase coloquialmente--, del quehacercinematográfico y teatral, la radio y las telenovelas, lossindicatos, las bellezas de la farándula nocturna pero, que quedeclaro, sin ánimo de agredir a nadie ni amarrar navajas, comosucede ahora cuando un gran número de informadores buscan sacarraja y armar chisme denigrando la profesión.
“¡El Sol, El Sol!”, gritaban los voceadores a media calle,en Bucareli, anunciando el nuevo diario mientras los tranvíaseléctricos rodaban a 35 centavos el costo del pasaje y sin riesgode contaminación en una urbe iluminada desde las seis de lamañana por el astro rey.
No había logos CdMx y mucho menos marchas, plantones,protestas, smog, tanto tráfico, pero sí música de rock’n rolla cargo de Los Teen Tops, Los Rebeldes del Rock, el twist de BillHaley y el ritmo a go gó de Los Rockin Devils vía Diablo conVestido Azul; era música que hacía bailar a nuestra juventud, altiempo que los mayores se extasiaban escuchando La Boa de undesconocido Carlos Lico interpretada por la Sonora Santanera, o ElYerberito, con la huarachera Celia Cruz, allá en el teatroBlanquita donde la chilena Monna Bell nos deleitaba con ElTelegrama.
LOS “GREÑUDOS” DE LIVERPOOL
La gente se tomaba la foto en la avenida San Juan de Letrán(hoy Eje Central), ante la imponente Torre Latinoamericana, y cercade ahí, a media cuadra, existía un Mercado de Discos donde sepremiaba a los máximos vendedores de discos del momento, comoLucha Villa, Lola Beltrán, Carlos Campos, Pablo Beltrán Ruiz ymuchos otros.
Al mismo tiempo, la música de Los Beatles sacudía al planetaentero sumido entre la novedad y el escándalo. Los críticos nocaptaban aún la creatividad de los famosos Cuatro de Liverpool,pero sí había condena en contra de ellos, escándalo, por sus“horrorosas melenas”. Eran los “mechudos” británicos, noobstante, noticia de primera plana en todos los diarios del mundo,impactados, finalmente, por el impresionante poder de convocatoriaque poseían Lennon y McCartney, Harrison y Starr.
“¡El Sol, El Sol!”, gritaban entusiasmados los voceadoresen las esquinas, restaurantes, sobre el camellón, en los kioskosde diarios y revistas, en los autobuses cafés de 30 centavos elpasaje y una cuerda que al jalarla hacía sonar una campanitasolicitándole al chofer la “próxima parada”.
150 PREMIOS
Aquella mañana del 25 de octubre de 1965, EL SOL DE MÉXICOabría sus páginas por primera vez, con una campaña de promociónofreciendo a sus lectores “150 premios que valen más de 600 milpesos”. Y en otra página, el locutor de moda, León Michel,anunciaba camisas Mariscal con la chistosa advertencia “no semeta en camisa de once varas”.
El Sol y las Estrellas recogía la gran produccióncinematográfica que se vivía en nuestro país, y reseñaba, esamisma mañana, el inicio de rodaje de cuatro películas:
1.- Lanza tus Penas al Viento, una comedia romántica a cargo deAlberto Vázquez, Tere Velázquez y Gina Romand, una espectacularbelleza, imagen de conocida cerveza que la ostentaba como “LaRubia que Todos Quieren”. Dirige, Julián Soler.
2.- Dos Meseros Majaderos, con Viruta y Capulina, bajo ladirección de Gilberto Martínez Solares.
3.- Murió Benito Canales, dirección de Miguel M. Delgado, conFernando Casanova y la bella Elsa Cárdenas. 4.- Tirando a gol, deÍcaro Cisneros, actuada estelarmente por David Reynoso y LolaBeltrán.
El mambo hacía bailar con frenesí a la gente y en los cines seproyectaba, taquillas agotadas, la cinta El Dengue del Amor,obviamente con música del cubano Dámaso Pérez Prado y en elreparto Adalberto Martínez “Resortes” y Julissa en los cinesAlameda y Carrusel.
Jaime Fernández y Luis Aragón se disputaban el papel delgeneralísimo José María Morelos y Pavón en un filme enpreparación, mientras el baladista y rocanrolero Enrique Guzmánse encontraba en España filmando una película con la “estrellajuvenil del momento” Rocío Dúrcal.
Qué tiempos. Hace ya tanto tiempo. Y seguimos. EL SOL DEMÉXICO comunica, informa, transmite, une a la familia, teinvolucra en una sociedad que busca y cultiva sus valores,identifica a sus personajes de vida que la guían, la hacen vivir yla divierten. Porque el divertimento y la risa y la alegría y ladicha y el bienestar son signos del positivismo humano.
EL SELLO FÁBREGAS
Qué rico cuando Manolo Fábregas que había comprado losderechos de la obra teatral The Odd Couple, la trajo a México conel nombre de La Pareja Dispareja, y la produjo en uno de susteatros, para regocijo del público mexicano y de ello dio cuentaEL SOL DE MÉXICO en su primera edición.
También en el terreno del teatro destacaba un joven actorllamado Carlos Ancira, quien estaba triunfando con un monólogo deGogol, Diario de un Loco, y lo querían para filmar en la(entonces) Unión Soviética una película basada en la misma obra,dirigida por otro joven mexicano, el cineasta Gonzalo Martínez. Latele descollaba con telenovelas en blanco y negro y escenografíasde cartón, actuadas ¡en vivo!, sin oportunidad de repetirescenas.
Y así transcurrió el tiempo, largo, largo... llorando anuestros muertos: Juan Gabriel, el más reciente, pero cumpliendola misión fundamental del periodismo, y en casa, en OEM, donde semantiene la línea editorial comunicando a la familia, a lasociedad mexicana, con valores y una mística a toda prueba.
