“Nuevos integrantes, nuevos sonidos y nuevas drogas”. Así es como la banda mexicana Titán promociona su regreso y nuevo disco, ahora con una nueva alineación, tras la partida de Jay de la Cueva y la incorporación de Yamil Rezc, quien llega a darle nuevos bríos al conjunto fundado por Emilio Acevedo y Julián Lede.
Sobre esta nueva etapa, que ellos definen como un “cambio de rumbo” platicamos con los tres miembros del grupo, cuyo nuevo álbum se titula Nave nodriza:
Fiel a su estilo, mayormente instrumental, la banda toca rock y electrónica, al tiempo que samplea o rescata referencias de la cultura pop
En palabras de ustedes, ¿qué es lo que trajo Yamil Rezc a Titán?
Pues se integró de una manera mucho más activa al proyecto… A ver, ¿cómo decirlo? Porque no queremos comparar, pero trajo una parte que viene como de la psicodelia, además de que se involucró mucho en toda la producción del disco, junto con nosotros.
Julián enfatiza que a diferencia de otros momentos de Titán, en los cuales él y Emilio comenzaban a generar las primeras ideas para que luego otros integrantes se unieran, en esta ocasión los tres músicos comenzaron juntos a componer las nuevas canciones:
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“Todo lo hicimos desde cero, desde la composición. Lo que pasó fue que comenzamos palomeando juntos, como para ver qué salía… De hecho empezamos haciendo palomazos eternos que se iban grabando y después de eso Julián fue el que propuso que lo que estábamos haciendo se convirtiera en lo nuevo de Titán, así que todo amarró de volada, como que fue un buen principio porque todo se dio de manera muy natural.
Ya sabemos lo que trajo Yamil. ¿Pero hay algo que se haya llevado Jay?
Es que algo que tiene de importante este equipo es que, al ser tres instancias y tres cabezas, a veces lo divertido es que son tres personajes que hasta se visten diferente y oyen música diferente, y eso hace que siempre pueda haber una mezcla afortunada u otro tipo de ecuaciones, por así decirlo.
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Yamil recuerda cómo fue el momento en que comenzaron a colaborar él y Julián:
“Yo siempre estoy atento y abierto a lo que la vida me ponga enfrente, ya que no tengo un camino que tenga que seguir o respetar, así que puedo cambiar de circunstancia fácilmente… Cuando empecé a trabajar con Julián recordé mucho mis inicios en la música, cuando me juntaba con mis amigos y había algo como de pandilla, de estar en un cuarto pasando la tarde sin muchas presiones, sólo haciendo música y explorando algo que no conocíamos… Con Julián y yo nos conocemos desde hace mucho, pero luego tuvimos caminos musicales diferentes, y aunque de vez en cuando coincidíamos por ahí, nunca habíamos realmente tocado juntos”.
Al ser tres cabezas, lo divertido de este equipo es que son tres personajes que hasta se visten diferente y que oyen música diferente, y eso hace que siempre pueda haber una mezcla afortunada u otro tipo de ecuación
Han dicho que Nave nodriza es “música para bailar en el Apocalipsis y para reírse ante la desesperanza”. ¿Así ven el panorama?
Pues bonito nunca ha estado, ¿no? Los tiempos están extraños. Pero hemos aprendido a manipularnos emocionalmente, porque nos juntábamos y decíamos: ¿Qué hacemos? ¿O cómo abordamos esto de alguna manera que resulte curioso?
Que no nos lleve a un lugar común, porque nos podemos aburrir muy rápido cuando por ejemplo una canción se resuelve rápido, como que uno se desencanta y por eso mantener la motivación entre los tres es complejo, así que si tenemos una idea, lo importante es que esa idea nos guste a todos, es como una especie de póker raro, y luego como además en este grupo no hay un vocalista, pues se trata de ir acomodando cada capa.
La banda define sus nuevas canciones como música para bailar en el Apocalipsis y para reírse ante la desesperanza
Me llama la atención que a pesar de ser un disco completamente independiente, la producción suena muy bien y todo está en su lugar.
Sí, en la mezcla nos ayudó una persona que le decimos “El Ruso”, él nos ayudó a no tener que batallar de otras formas, Yamil ya había trabajado con él, y había hecho cosas muy buenas, es un tipo al que le puedes mandar lo que sea, una cumbia o cualquier otra cosa, y él te la devuelve increíble, así que él fue una pieza clave en este disco, además de que es muy paciente, porque a veces el proceso de un track es complejo, ya que no estamos buscando un éxito de radio, sino algo que nos guste que sónicamente y que nos emocione, pero a veces también es importante que sea algo que nos guste para tocarlo en vivo.
A lo largo del disco, que es instrumental en su mayoría, la banda sigue abordando distintos sonidos del rock y la electrónica, al tiempo que samplean diversos sonidos de la cultura pop, como el del famoso niño predicador que se hizo viral hace muchos años, precisamente en “Predicador” a rescatar viejos tópicos, como el de la discoteca acapulqueña Baby O, pero con una letra más bien satírica.
Felices en la independencia
Aunque la música de Titán siempre ha dejado ver un claro espíritu independiente, sus dos primeros discos se editaron con compañías trasnacionales como BMG o Virgin, aunque esa es una etapa a la que ellos recuerdan como “traumática”.
Ahora que la industria musical -o lo que queda de ella- es tan distinta de cuando ellos empezaron, el trío sabe que lo que más les conviene actualmente es la autoedición.
“Nosotros tenemos una forma de funcionar bastante peculiar, porque sacamos discos cuando queremos; no somos una banda que responda a una industria como se supone que hay que responder, en el sentido de que tienes que estar sacando música cada determinado tiempo, nosotros nos vamos y volvemos cuando queremos y eso sólo lo puedes hacer si trabajas de una manera independiente”.
El próximo año la banda regresará a los escenarios no sólo para presentar en vivo esta nueva música, sino también algunos viejos tracks que están teniendo una segunda oportunidad con esta nueva alineación.
“Estaremos unos meses ensayando y preparando todo, además de que hemos estado haciendo nuevas versiones de algunas canciones clásicas de Titán, le estamos dando una especie de refrescada al repertorio, para poder abordar de otra manera canciones que son muy viejas”, adelantan.
Si este disco fuera un platillo, ¿qué ingredientes llevaría?
Pues sería más bien como un buffet, ¿no? Pero con todo en el mismo plato… Como jugo de monstruo.
Por cierto, ¿por qué lo titularon Nave nodriza?
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Hubo señales… (ríen) Como que de repente vimos algunos códigos, bueno todavía estamos viendo si alguien nos puede dar luz en eso de las canalizaciones hacia otras civilizaciones, pero bueno, primero fue una broma, pero ya luego nos empezamos a clavar en todo ese tema de otras galaxias o de otras dimensiones… También nos gustaba la idea del Arca de Noé, por aquello de decir: este disco tiene todas las cosas que más me gustan de la música, porque hay cosas programadas, hay cosas muy memorables, hay unas rolas más experimentales, otras que son más pop o más estructuradas, y para nosotros esa es la nave nodriza, una especie de cuarto o espacio donde pondrías todo antes de que todo valga ver… allá afuera.
El álbum Nave nodriza ya se puede escuchar en todas las plataformas de renta de canciones, pero la banda ya está preparando una edición en vinil que vería la luz en 2024.