El ritmo de la música típica de México empezó desde la tarde de este domingo, siendo Camila Fernández una de las artistas más esperadas por los fanáticos que llegaron temprano a la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.
En el inicio de la segunda fecha del Arre, la cantante proveniente de la dinastía Fernández salió acompañada de mariachis, luciendo un tradicional traje de charra en color negro y un sombrero que contrastaba por su tono blanco.
En su recital no dejó de dar muestras de cariño al público al que calificó como “el mejor del mundo”.
"Espero que les gusten estas canciones que llevamos todos en la sangre y que son de mi tierra", expresó antes de interpretar temas como "El mariachi de mi tierra", "Costumbres" y "Fue tan poco tu cariño".
El setlist se completó con temas de su repertorio. "Pará el tóxico que no las valoró. Quiero oír a todas las mujeres decir ‘Dime qué se siente’", expresó Camila antes de cantar su sencillo homónimo, seguido de "Todo, todo", su primera canción de mariachi, lanzada hace dos meses, para después de algunos temas regresar a lo típico y cerrar con "El rey".
Unos minutos antes, en el escenario Tecate Original, Los Aptos deleitaron al público iniciando con una versión de "Cómo te voy a olvidar" de los Ángeles Azules.
"Aquí vamos a estar cantándoles nuestras canciones y unos covers. ¡Que se escuche el grito de México!" expresó el vocalista Juan Ortega, quien acompañado de Jony Rivera en el bajo y Daniel Vaides en el teclado interpretaron "Tu Labial" seguida de su colaboración con Cuco "Miel".
Los representantes del género sad sierreño aprovecharon su presentación en el festival para tocar por primera vez en vivo su más reciente sencillo, titulado "Sálvame".
"Esta canción acaba de salir este viernes. Es un cumbión bien perrón. La vamos a tocar por primera vez en la Ciudad de México para que se la enseñen a su mamá, a su papá y hasta a su ex", dijo Ortega mientras se envolvía en una bandera de México.
Su presentación continuó con "Hace mucho tiempo" y "Enamorado", ambos temas acompañados por las voces de sus fieles seguidores que disfrutaban desde abajo del escenario, quienes ya se preparaban para la parte alta del cartel que estaba por llegar.