La disquera Universal Music Group (UMG) culminó este 31 de enero su contrato con la plataforma Tik Tok, debido a que no se lograron acuerdos en términos de regalías para los artistas que tengan su música en el catálogo, así como medidas de protección en contra del uso de la Inteligencia Artificial.
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Esta medida provocará que se eliminen canciones de artistas como Taylor Swift, Bad Bunny, The Weeknd, Ariana Grande, BTS, Lana del Rey, Billie Eilish, Los Tigres del Norte, Mon Laferte, J Balvin, Belanova, Blink-182, Amy Winehouse, Def Leppard, Vivir Quintana, Juanes, Paul McCartney, Ringo Starr, Rammstein y Karol G.
En el caso de artistas como Alejandro Fernández, cuyo catálogo pertenece en parte a otra disquera, únicamente desaparecen los temas que se hayan producido bajo el sello de Universal.
“Los videos en Tik Tok acompañados de piezas musicales que pueden incluso viralizarse han sido definitivamente una forma cada vez más recurrente de que el público encuentre fragmentos de música de su interés que luego corre a consumir de manera integral a otras plataformas como Spotify o YouTube”, explicó José Noé Mercado, escritor y crítico musical.
“Si los equilibrios en esas relaciones se afectan, también los hábitos de consumo y por lo tanto la industria musical en términos de uso y acceso contemporáneo”, agregó.
Al desaparecer los temas de la plataforma, todos los videos que contengan alguna de esas canciones serán silenciados automáticamente, esto de acuerdo con las políticas del sitio, afectando a creadores de contenido, e incluso a los artistas quienes han musicalizado sus videos con su propio trabajo, como es el caso de Taylor Swift o Camila Fernández.
Cabe resaltar que los artistas únicamente pueden colocar hasta 60 segundos de su canción, y dependiendo de la distribuidora digital con la que trabajen, ese lapso de tiempo puede oscilar entre los 15 y los 55 segundos.
Mercado subrayó que los principales afectados serán los artistas emergentes, quienes están en constante búsqueda de consolidación o ventanas que los den a conocer con las audiencias.
“Tik Tok es, es para bien o mal, publicidad y presencia para los artistas. No es sólo que esa red social se beneficie de la industria musical, sino que frece muchos valores agregados”, agregó el especialista.
Entre los temas que hasta ayer se encontraban en el Top 50 viral de Tik Tok, se encuentran “yes, and?” de Ariana Grande, “Pornocracia” de Mon Laferte y “Pedro y Pablo” de Los Tigres del Norte, perteneciente al catálogo de Fonovisa, empresa filial de Universal Music Group (UMG).
En este listado se encuentran también otros éxitos que han sido virales anteriormente como “Mónaco” de Bad Bunny, “Style” de Taylor Swift, y “Qlona” de Karol G y Peso Pluma, distribuida por Interscope Records, también parte de UMG.
La compañía discográfica informó ayer a través de su cuenta de Twitter el término del contrato y argumentó que “Tik Tok está tratando de construir un negocio basado en la música, sin pagar un valor justo por la música”.
Por su parte, la plataforma acusó a la disquera de priorizar sus intereses sobre los de los artistas y compositores. “A pesar de la falsa narrativa y retórica de Universal, la compañía ha optado por alejarse del poderoso apoyo de una plataforma con más de mil millones de usuarios que sirve como medio gratuito de promoción y descubrimiento para sus talentos”.
El Sol de México contactó a los equipos de prensa de ambas partes para solicitar una entrevista, pero se limitaron a enviar los comunicados que publicaron en sus respectivas páginas.
UNA BATALLA CONTRA LA IA
El año pasado los usuarios de Tik Tok comenzaron a viralizar canciones creadas con IA, siendo “Mi primera chamba” con la voz de Eladio Carrión y “Demo 5: NostalgIA” con la voz de Bad Bunny dos de las más populares.
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Aunque la intención de UMG es contribuir a la protección a los artistas en contra del uso desmedido de la Inteligencia Artificial, Noé Mercado advirtió que difícilmente podrán quedar exentos de ser víctimas de algún software, pues la IA “ha ido encontrado sus propios mecanismos para conectar la música con públicos deseosos de experimentaciones y ficciones digitales”.
“No sólo está presente el engaño o el fraude con el uso de la IA, sino también el deseo de algunos sectores de la audiencia de escuchar a sus artistas en algo que quizá nunca interpretó o interpretaría. Se involucra un proceso creativo con las nuevas tecnologías”, finalizó.
Hasta el cierre de esta edición ninguno de los artistas involucrados se había pronunciado sobre el tema.