Localizado en el sureste del centro de la capital de Aguascalientes, es uno de los barrios más antiguos y de mayor tradición en el estado. También conocido como Barrio de Triana ahí se encuentra el Templo del Señor del Encino, el jardín del Encino y el Museo José Guadalupe Posada.
Los primeros registros oficiales de la fundación del barrio datan de 1565, cuando se concedieron algunos terrenos a Hernán González Berrocal para la formación del lugar, que en un principio estaría formado en su mayoría por huertas.
Diez familias fueron las primeras que se asentaron en este Barrio de Triana, antiguamente había dos arroyos y manantiales de aguas termales en esa zona; la población fue aumentando debido al crecimiento de las huertas y fue para 1761 que solicitaron la construcción de un templo.
Originalmente se le denominó “Barrio de Triana” en referencia al barrio homónimo sevillano, pero dada la aparición del Cristo Negro del Encino, pasó a ser conocido como “Barrio del Encino”.
Este barrio llena de fiestas y colores sus calles; claro ejemplo es el Jardín del Encino donde cada mes de noviembre se rinde homenaje a su patrón, El Cristo Negro del Encino, ubicado en el templo del Encino en el corazón del barrio.
Además, el Barrio alberga la casa del célebre matador de toros hidrocálido Alfonso Ramírez “Calesero”, quien dejó gran huella tanto en la tauromaquia como en el corazón de los habitantes.
El jardín que rodea al templo fue inaugurado en 1890, lo decoran algunas bancas de hierro, una fuente central con azulejos con dibujos de aves y vegetales y arbolado con pinos, palmas y algunas flores. El recinto sagrado tiene características propias de fin de siglo XVIII, presenta algunas características de la arquitectura neoclásica, principalmente en la torre de tres cuerpos.
Dicho templo fue dedicado al Señor del Encino y en 1796 comenzó la devoción popular al Cristo Negro del Encino, ya que en esa fecha se adjudica su aparición milagrosa, la cual según un vecino de la ciudad ocurrió cuando cortó el tronco de un encino, del cual apareció la imagen de Jesucristo.
Otra leyenda habla de un vecino que al hacer leña para encender fuego y así dar algo de calor a su mujer enferma, encontró en el centro de un tronco al Cristo Negro que ahora se venera en la iglesia del barrio del Encino. Otra versión dice que un rayo cayó entre dos hermanos andaluces que peleaban por el amor de una mujer; el rayo cayó sobre una encina que se desgajó y en medio del árbol todavía en llamas apareció la figura del Señor del Encino.
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Un dato curioso es que el Cristo no está hecho de madera de encina, sino de mezquite, y parece un tanto singular que el barrio de Triana, único en el mundo después del barrio de Triana de Sevilla, en España, haya sido llamado después barrio del Encino por un error al identificar la madera de la figura que le protege.
Contiguo al templo, en lo que fuera la casa cultural de ese mismo lugar, fue instalado el museo dedicado al famoso grabador aguascalentense, José Guadalupe Posada donde cada domingo al mediodía se llevan a cabo eventos culturales con la participación de grupos independientes e institutos estatales y municipales.
Este museo tiene tres salas dedicadas a este importante personaje de Aguascalientes famoso por la creación de “La Catrina”, y tiene también una biblioteca con un acervo de cinco mil obras del grabador.