Si el ambiente en el Centro Histórico, Tepito y la colonia Morelos no podía ser más tenso tras el asesinato de tres adolescentes y los cateos y detenciones que le siguieron en esta zona controlada por La Unión, ahora se sumó una explosión por acumulación de gas en una vecindad ubicada en Carpinteros 56, que dejó como saldo la muerte de un niño de nueve años y la de un adulto de 66 años de edad, así como 25 personas más lesionadas.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, el siniestro ocurrió por acumulación de gas L.P., sin embargo, será la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) la que determine las causas de la explosión, que colapsó tres de los nueve departamentos y dejó daños estructurales en otros tres.
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Por estos hechos ocurridos la noche del viernes la FGJ abrió una carpeta de investigación por los delitos de homicidio, lesiones y daños en propiedad, todos en la modalidad de culposos. Hasta ayer continuaron los trabajos de los peritos en la zona, por lo que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, descartó vincular este hecho con los asesinatos de los adolescentes ocurridos en los últimos días.
Vecinos relataron que la explosión cimbró sus casas y reventó los cristales de las ventanas en viviendas ubicadas hasta a 200 metros del lugar de la explosión.
Debido a que el predio de Carpinteros 56 quedó dañado, la alcaldía Venustiano Carranza habilitó un albergue para las personas que así lo requieran.
Esta explosión ocurrió luego de que el 12 de noviembre los restos de Alessandro, un adolescente de 14 años, que vivía en la colonia 20 de noviembre, cercana a la Morelos, fueron encontrados dentro de una maleta.
Se supo después que el menor fue víctima de secuestro y asesinado luego que sus familiares no lograron concretar el rescate con los plagiarios.
Dos menores fueron contratados para llevarse el cadáver del joven y en el momento en que arrastraban una maleta con el cuerpo de Alessandro fueron descubiertos por la policía.
Estos hechos a su vez ocurrieron una semana después de que los restos de dos menores de edad de origen mazahua fueron encontrados en maletas en calles del Centro Histórico. Los adolescentes fueron víctimas de la banda delictiva La Unión, que contrala además las colonias Guerrero, Tepito y Morelos, en las que tienen centros de operación.
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