Si una mujer decide hoy realizar una interrupción legal del embarazo en la Ciudad de México tendría que elegir entre las opciones habilitadas del sector público, pues los hospitales federales en la capital no brindan este servicio, u optar por un procedimiento en clínicas privadas con costos que van desde los 3 mil 500 hasta 6 mil pesos.
Ayer El Sol de México informó que en el sector salud capitalino se redujo de momento la atención de sus 13 clínicas en este servicio, situación que si Estefanía, Pamela, Cristina y Luz vivieran hoy no les afectaría pues nunca consideraron como una opción acudir a estos centros el escuchar las críticas sobre el trato en estas instituciones las alejó siquiera de pedir información del procedimiento.
Y aunque la Secretaría de Salud aclaró en un mensaje que las 13 instituciones públicas sí están habilitadas para atender, sólo abren el servicio para que al día se practiquen 130 procedimientos.
En entrevistas con El Sol de México cuatro mujeres narraron cómo es llegar a la Ciudad de México en busca de realizar un aborto legal y de manera segura. La decisión que una mujer del interior de la República toma al interrumpir su embarazo conlleva el gasto de traslado, procedimiento y finalmente decidir sobre el sinfín de clínicas privadas que se ofertan en la capital.
“NO ME RECOMENDARON LAS ILE”
“Soy de la CdMx, mi novio tiene una amiga, el ya me lo habÍa comentado que ella había abortado y la trataron mal en una clínica de la ciudad, tengo conocidas y una familiar que no les gustó el trato y la atención, por eso opté por una clínica privada”, contó Estefania, originaria de la ciudad.
Ella acudió a una clínica de Marie Stopes, pues deseaba un proceso seguro y sabía que dicha clínica podría apoyarla. “Mi abuela abortó, mi mamá tuvo un embarazo adolescente, se habla mucho de eso en mi casa, al menos en mi familia nuclear”, dijo al teléfono.
“ME DABA MIEDO MORIRME”
Pamela Rivera sabe que ahora es su responsabilidad criar a su hija con la apertura de darle la confianza y apoyo en cualquier temas de salud sexual y reproductiva, pues no desea que su niña, ahora de 4 años, pase por una situación similar a la suya.
Tenía 20 años cuando se enteró que estaba embarazada de su pareja, un hombre que la golpeaba, y supo que no deseaba seguir.
Desde Pachuca, buscó a través de internet una clínica en el entonces Distrito Federal para realizar este proceso de manera segura que le costó 5 mil pesos.
"DE ESO NO SE HABLA AQUÍ"
Con la voz entrecortada, Cristina reveló que en Morelia, Michoacán, ni las escuelas ni los hospitales hablan sobre el aborto como una opción para preservar la vida de las mujeres.
“Ni en los hospitales ni en las escuelas ta dan informacion sobre eso, si no tienes el privilegio de saber de esto, es difícil que te enteres”, dijo.
Entre el viaje a la ciudad, el procedimiento y los gastos de ese día, gastó en total 7 mil pesos.
"NO ME ARREPIENTO"
Luz vive en el Estado de México pero toda su vida, laboral y estudiantil, se desarrolla en la ciudad. Al igual que Cristina, Pamela y Estefanía, su única preocupación era realizarlo en una clínica que le brindara seguridad.
Luz sabe que fue una decisión a la que pudo acceder sin presiones ni señalamientos, situación que desea se repita para cada una de las mujeres que busca una ILE en la Ciudad de México.
