El humedal de Cuautepec está a un paso de ser una realidad: dos años después de que fue publicada la licitación para revivir la laguna localizada en una zona considerada de alta marginación en la alcaldía Gustavo A. Madero, especialistas involucrados en el proyecto señalan que su avance es superior al 70 por ciento, por lo que este año estará listo.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) modificó el proyecto a lo largo de estos años para garantizar la operación del vaso regulador, el cual ayuda a evitar inundaciones en la zona, y también para impulsar el humedal, cuyo proceso de construcción es único en el país. Las primeras lluvias del año hicieron que la laguna ya tenga forma, incluso hay aves que ahí se alimentan y en enero llegaron especies migratorias.
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Desde el Cablebús es posible ver la transformación de la zona: en los extremos hay celdas, que son como rectángulos con diferentes estratos y plantas que tienen la capacidad de absorber contaminantes y, después de las celdas, cobra forma la laguna de Cuautepec que ya es el hogar de decenas de aves, algunas en peligro de extinción. Incluso, el proyecto tendrá un mirador, para que los visitantes las contemplen.
En 2022, el Sacmex licitó el “Saneamiento y humedal para tratamiento de agua en Cuautepec (CDMX)”, cuya construcción fue otorgada a la empresa Dragados y Urbanizaciones Siglo 21, por un monto de 57 millones 400 mil 884.10 pesos. El Sol de México publicó en su edición del 26 de mayo de 2023 que el contrato se modificó debido al retraso de las obras.
Inicialmente, el humedal debía estar listo en noviembre del 2022, luego se retrasó la fecha de entrega a marzo del 2023, pero eso no ocurrió. El proyecto fue suspendido en varias ocasiones, debido a adecuaciones y Sacmex señaló vía transparencia que el retraso en las obras se debe a que están “en proceso de estabilización”.
Alejandro Federico Alva Martínez, académico del departamento de hidrobiología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, explicó que conforme avanzaban las obras notaron que una gran cantidad de basura entraba al agua de la laguna. Por eso, el Sacmex junto con la empresa encargada del proyecto hicieron un bordo protector que impide el paso de la basura que llega desde el río Maximalaco. Un segundo bordo protector consiste en la instalación de un gavión que capta grasas, aceites y lodos.
“Mucha de la basura que se incorpora al sistema casi siempre es unicel de las actividades que se realizan de compra de comida en la calle, muchísimo llega a la zona (…) Dentro de este humedal, que es el que ya existía antes, se separaron las plantas de aquel entonces y esas plantas se volvieron a sembrar, como los tules que existían ahí, se incorporan algunas plantas adicionales como la que le llaman paragüitas y ese humedal es el que se va a encargar del tratamiento de grasas y aceites del sistema”, detalló.
Con los bordos protectores y las plantas que ayudan a la depuración del agua, se elimina alrededor de 20 por ciento de los lodos grandes y basura para que el agua escurra de una forma más controlada y menos contaminada hacia los humedales, comentó.
El agua también es tratada a través de biodigestores, donde degradan cualquier materia orgánica que queda en ella antes de incorporarla a un canal dividido en cuatro secciones, en el que nuevamente ocurre una depuración previa a que el agua llegue al humedal.
Desde 2019, habitantes de Cuautepec, a través del proyecto CREA (Concientiza, Recupera Espacio, Aprópiate) cuidan el humedal, recogen basura y realizan actividades en la zona para difundir la importancia de esta área. En entrevista con este diario, María Aracely Arvizu, una de las integrantes, expuso que el servicio del vaso regulador es evitar inundaciones, pero ya con el humedal hay otros beneficios como la absorción de la ola de calor, reducción del ruido, captación de humedad, nicho para aves y la recreación social.
“Más allá de venir y meternos con una lancha, la recreación de un sistema natural también está en venir, observar la naturaleza y apreciarla, y no directamente meternos a jugar, tampoco nadar, porque es muy peligroso. Hay que respetar la vida de muchas aves vienen desde Estados Unidos y Canadá”, dijo.
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