Para no quemarse más la piel a causa del intenso sol que se viven en la Ciudad de México, Adelaida usa sudadera y una sombrilla que le regaló un amigo. Adelaida dice tener 37 años y llevar más de 20 viviendo en la calle. Actualmente pernocta y descansa en banquetas o escaleras en Eje Central, República de Cuba y Belisario Domínguez, en el Centro Histórico de la ciudad.
Durante el día, se mueve constantemente para buscar sombra. Y para acceder a agua para beber y refrescarse un poco, la pide en los estacionamientos o baños públicos de la zona: “Agarro de los tambos o de la llave. También de los charcos porque no dan a veces”.
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La Ciudad de México, desde febrero ha registrado temperaturas de 28 hasta 32 grados centígrados. De acuerdo con el histórico del clima de la página Meteored, los días más calurosos han sido el 8 y 9 de marzo, con 32 y 31 grados centígrados, respectivamente. Han sido los días más calientes de este año.
932 personas viven en la calle, según el último censo de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social
Adelaida pide agua en una pequeña anforita de plástico. Ella sobrevive pidiendo, durante el día, dádivas a los caminantes del Centro, en especial quienes salen del Metro Bellas Artes, y cuando obtiene algunas monedas, compra agua embotellada y hasta una congelada que le cuesta cinco pesos.
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Ella cuenta que, muchas veces se ha quedado dormida en las banquetas cuando las radiaciones solares son más fuertes. De acuerdo con la organización El Caracol, la mayor concentración de población callejera se encuentran en las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco y Gustavo A. Madero. De acuerdo con Protección Civil local, son las mismas regiones que registran las temperaturas más altas de la Ciudad.
“Toda la población de calle es vulnerable, pero quienes tienen mayor riesgo de padecer golpes de calor, quemaduras y deshidratación son niños, adultos mayores, personas con lesiones o enfermedades, así como quienes tienen alguna adicción”, explicó Luís Enrique Hernández, director de El Caracol.
A partir del próximo 1 de abril iniciarán brigadas para donar mil sueros, así como agua e información para evitar los rayos solares.
“Somos una organización civil. Hicimos el pedido de sueros y en unos días nos llegarán, por eso estamos esperando. Pero ojalá que las autoridades como la Sibiso también apoyen a la población”, comentó Luis.
Saúl, quien lleva seis meses sin un techo y deambula en el Centro Histórico, cuenta que desde las 6:00 de la mañana, policías o personas del gobierno capitalino que usan chaleco rojo lo obligan a despertar y moverse a otros lugares.
“Este año el calor es más intenso. En este momento no tenemos reportes de personas quemadas o insoladas, pero el año pasado durante nuestros recorridos en calle, atendimos a tres con quemaduras de primer y segundo grado. La persona más afectada fue en sus extremidades y lo llevamos al hospital”, relató Hernández.
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El sol intenso comienza a sentirse a las 7:00 horas, y a partir de esa hora, Saúl deambula por distintas calles en busca de sombra. “Nos mueven o corren todo el tiempo. Estamos en la sombra por el calor y nos quitan. No dejan que nos tapemos mucho tiempo”, agregó.
También pide agua a los negocios cercanos, como farmacias o panaderías, o a los restaurantes de Garibaldi. Solo le permiten llenar una botella de 600 mililitros para todo el día.
