/ domingo 29 de abril de 2018

Atienden 459 solicitudes para cultivar marihuana

El trámite para lograr una autorización puede tomar hasta seis meses y pasa por la Suprema Corte de Justicia

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha recibido desde finales de 2015 un total de 459 solicitudes para cultivar marihuana con fines lúdicos, de los cuales, ya cuatro recibieron luz verde.

De acuerdo con información proporcionada por la Cofepris a El Sol de México, 170 de estas solicitudes ya fueron desechadas, se emitieron prevenciones de 266 solicitudes que no han sido respondidas, además hay tres respuestas en proceso, 15 solicitudes másen proceso y un desistimiento.

De acuerdo a lo estipulado en los artículos 235, 237 y 245 de la Ley General de Salud, la marihuana sigue siendo una sustancia ilegal y su siembra, cultivo, cosecha, transporte, venta y suministro está prohibida y penada por dicha Ley, sin embargo su consumo está permitido.

Con base en esta situación, el pasado 20 de abril, el Club Cannabico Xochipilli ingresó a la Cofepris 123 solicitudes para el autocultivo colectivo de marihuana con fines lúdicos y recreativos “ante la incongruencia de los riesgos que conlleva para mucha gente que el Estado mexicano prohíba la compra y siembra de marihuana pero sí permita su consumo. Solicitamos el autocultivo para autoproveernos de lo que consumimos”, señaló en entrevista para este diario Jaziel Guerra, presidente de dicha asociación civil.

Antecedentes

En 2015, por mandato de la SCJN, el Juzgado 11º de Distrito en Materia Administrativa en el DF, de conformidad con el artículo 192 de la Ley de Amparo, autorizó a cuatro ciudadanos “sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer, transportar y consumir marihuana con fines recreativos por tiempo indeterminado”.

Los permisos, sin embargo, según el artículo 370 de la Ley General de Salud,“no permiten actos de comercio o suministro a terceros; elconsumo no puede efectuarse en presencia de menores de edad, mujeres embarazadas y, en general, en lugares públicos donde se encuentren terceros que no hayan brindado su autorización”.


EL PROCESO

“Una vez que entró la solicitud colectiva para el autocultivo de marihuana con fines recreativos a la Cofepris, en 90 días tiene que dar respuesta, después tendríamos 15 días para presentar el amparo ante el juez de Distrito, quien pedirá informes a la Cofepris y luego se nos citaría a una audiencia, donde la SCJN daría la sentencia. El proceso tardará en promedio 6 meses”, precisó el presidente del Club Cannabico Xochipilli.

Por otra parte, Guerra sostiene que si les autorizan su petición colectiva en la SCJN “será un precedente importante en el país en materia económica, científica, médica, industrial, para que haya más información, más cultura, más apertura al mercado, que no esté en manos de un solo grupo, que se abra a la sociedad”.

También contribuiría, dijo, “a quitar el estigma sobre el consumidor y su criminalización por parte de las autoridades, persecución por parte de la policía y respetar sus derechos humanos” y destacó que hay miles de interesados en todo México en cultivar marihuana para autoconsumo, sin embargo, no confían en las instituciones, porque tienen que presentar sus documentos oficiales (INE, CURP, comprobante de domicilio) para meter su solicitud ante la Cofepris.

Orillan a médicos especialistas

Por otra parte, de acuerdo con Óscar Próspero García, investigador del Instituto de Fisiología, de la Facultad de Medicina de la UNAM, a los doctores, especialistas en los efectos de las drogas, no se les ha tomado en cuenta en el debate de la legalización de la marihuana.

En México, no existe un centro de investigación de los efectos terapéuticos o colaterales de la marihuana, ni de otras drogas, solo el Instituto Nacional de Psiquiatría tiene una torre que está orientada a ello, “sin embargo, no tenemos alguien especializado en ella”, señaló el Óscar Próspero García, investigador de la UNAM.

Las decisiones del uso terapéutico de la marihuana “las tenemos que tomar los médicos y no el público en general, no el doctor en filosofía, ni el doctor en política, sino el doctor en medicina, porque nosotros sabemos cómo estudiar un fármaco y una sustancia. Hay políticos que dicen que harán un plebiscito para ver qué opina el pueblo, pero no está educado medicamente. Hay entusiasmo político y económico y la medicina se está quedando atrás, ahí los médicos vamos a tener que tener que lavar los platos rotos, a nivel de la rehabilitación”.

Al preguntarle al científico que por qué la Cofepris retardaba la publicación del reglamento para la elaboración de productos a base de marihuana, Prospero García respondió que “porque no hay la evidencia científica de lo que ocurrirá”.

“ En México, la Cofepris está diciendo bajo qué lineamientos se puede hacer, pero no tienen al sector médico para hacer investigación”, afirmó en entrevista con El Sol de México.

Cinco gramos de marihuana son los autorizados por ciudadano en nuestro país, equivalente a 3 a 5 carrujos, pero no se sabe “qué tipo de marihuana consumen. Tenemos todo un rango del principio activo del THC de 2 a 13%. De cuál están fumando los muchachos, de cuál le dieron, en dónde la compró, todo eso no lo sabemos. Tendríamos que saber cuál es la que circula en la Ciudad de México, por ejemplo, qué concentración contiene de THC. Esas investigaciones se tienen que hacer para ver a qué están expuestos los consumidores. No es que no hayamos gente interesada, es que se necesitan recursos para ello. Fox se comprometió públicamente a hacer un centro de investigación en San Francisco del Rincón”, finalizó el académico.

El director jurídico de la Cofepris, Carlos Lizardi, dijo a este diario queregularán la calidad y eficacia de todos los productos a base de cannabis y recalcó que “actualmente no se ha dado ningún permiso para la comercialización de ningún producto de la cannabis, ni uno solo, cuando esté el reglamento, lo vamos a empezar a regular para que los productos de uso industrial sean seguros y no cause un daño a la salud, en caso de medicamentos se tiene que comprobar que sean seguros, eficaces y se ajusten a un marco regulatorio que ya tenemos establecido”.

¿Hay un comité de investigación? Se le preguntó:

“Más que investigación, van a llegar las empresas y tendrán que mostrar evidencia de que su producto es seguro, basados en la Ley General de Salud. Vamos a revisar y ver si realmente es seguro. ¿Cuánto se tardarían en evaluar? Depende de dónde venga el producto, el laboratorio, la empresa o la persona física; nosotros tenemos procesos muy agilizados de liberalización”.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha recibido desde finales de 2015 un total de 459 solicitudes para cultivar marihuana con fines lúdicos, de los cuales, ya cuatro recibieron luz verde.

De acuerdo con información proporcionada por la Cofepris a El Sol de México, 170 de estas solicitudes ya fueron desechadas, se emitieron prevenciones de 266 solicitudes que no han sido respondidas, además hay tres respuestas en proceso, 15 solicitudes másen proceso y un desistimiento.

De acuerdo a lo estipulado en los artículos 235, 237 y 245 de la Ley General de Salud, la marihuana sigue siendo una sustancia ilegal y su siembra, cultivo, cosecha, transporte, venta y suministro está prohibida y penada por dicha Ley, sin embargo su consumo está permitido.

Con base en esta situación, el pasado 20 de abril, el Club Cannabico Xochipilli ingresó a la Cofepris 123 solicitudes para el autocultivo colectivo de marihuana con fines lúdicos y recreativos “ante la incongruencia de los riesgos que conlleva para mucha gente que el Estado mexicano prohíba la compra y siembra de marihuana pero sí permita su consumo. Solicitamos el autocultivo para autoproveernos de lo que consumimos”, señaló en entrevista para este diario Jaziel Guerra, presidente de dicha asociación civil.

Antecedentes

En 2015, por mandato de la SCJN, el Juzgado 11º de Distrito en Materia Administrativa en el DF, de conformidad con el artículo 192 de la Ley de Amparo, autorizó a cuatro ciudadanos “sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer, transportar y consumir marihuana con fines recreativos por tiempo indeterminado”.

Los permisos, sin embargo, según el artículo 370 de la Ley General de Salud,“no permiten actos de comercio o suministro a terceros; elconsumo no puede efectuarse en presencia de menores de edad, mujeres embarazadas y, en general, en lugares públicos donde se encuentren terceros que no hayan brindado su autorización”.


EL PROCESO

“Una vez que entró la solicitud colectiva para el autocultivo de marihuana con fines recreativos a la Cofepris, en 90 días tiene que dar respuesta, después tendríamos 15 días para presentar el amparo ante el juez de Distrito, quien pedirá informes a la Cofepris y luego se nos citaría a una audiencia, donde la SCJN daría la sentencia. El proceso tardará en promedio 6 meses”, precisó el presidente del Club Cannabico Xochipilli.

Por otra parte, Guerra sostiene que si les autorizan su petición colectiva en la SCJN “será un precedente importante en el país en materia económica, científica, médica, industrial, para que haya más información, más cultura, más apertura al mercado, que no esté en manos de un solo grupo, que se abra a la sociedad”.

También contribuiría, dijo, “a quitar el estigma sobre el consumidor y su criminalización por parte de las autoridades, persecución por parte de la policía y respetar sus derechos humanos” y destacó que hay miles de interesados en todo México en cultivar marihuana para autoconsumo, sin embargo, no confían en las instituciones, porque tienen que presentar sus documentos oficiales (INE, CURP, comprobante de domicilio) para meter su solicitud ante la Cofepris.

Orillan a médicos especialistas

Por otra parte, de acuerdo con Óscar Próspero García, investigador del Instituto de Fisiología, de la Facultad de Medicina de la UNAM, a los doctores, especialistas en los efectos de las drogas, no se les ha tomado en cuenta en el debate de la legalización de la marihuana.

En México, no existe un centro de investigación de los efectos terapéuticos o colaterales de la marihuana, ni de otras drogas, solo el Instituto Nacional de Psiquiatría tiene una torre que está orientada a ello, “sin embargo, no tenemos alguien especializado en ella”, señaló el Óscar Próspero García, investigador de la UNAM.

Las decisiones del uso terapéutico de la marihuana “las tenemos que tomar los médicos y no el público en general, no el doctor en filosofía, ni el doctor en política, sino el doctor en medicina, porque nosotros sabemos cómo estudiar un fármaco y una sustancia. Hay políticos que dicen que harán un plebiscito para ver qué opina el pueblo, pero no está educado medicamente. Hay entusiasmo político y económico y la medicina se está quedando atrás, ahí los médicos vamos a tener que tener que lavar los platos rotos, a nivel de la rehabilitación”.

Al preguntarle al científico que por qué la Cofepris retardaba la publicación del reglamento para la elaboración de productos a base de marihuana, Prospero García respondió que “porque no hay la evidencia científica de lo que ocurrirá”.

“ En México, la Cofepris está diciendo bajo qué lineamientos se puede hacer, pero no tienen al sector médico para hacer investigación”, afirmó en entrevista con El Sol de México.

Cinco gramos de marihuana son los autorizados por ciudadano en nuestro país, equivalente a 3 a 5 carrujos, pero no se sabe “qué tipo de marihuana consumen. Tenemos todo un rango del principio activo del THC de 2 a 13%. De cuál están fumando los muchachos, de cuál le dieron, en dónde la compró, todo eso no lo sabemos. Tendríamos que saber cuál es la que circula en la Ciudad de México, por ejemplo, qué concentración contiene de THC. Esas investigaciones se tienen que hacer para ver a qué están expuestos los consumidores. No es que no hayamos gente interesada, es que se necesitan recursos para ello. Fox se comprometió públicamente a hacer un centro de investigación en San Francisco del Rincón”, finalizó el académico.

El director jurídico de la Cofepris, Carlos Lizardi, dijo a este diario queregularán la calidad y eficacia de todos los productos a base de cannabis y recalcó que “actualmente no se ha dado ningún permiso para la comercialización de ningún producto de la cannabis, ni uno solo, cuando esté el reglamento, lo vamos a empezar a regular para que los productos de uso industrial sean seguros y no cause un daño a la salud, en caso de medicamentos se tiene que comprobar que sean seguros, eficaces y se ajusten a un marco regulatorio que ya tenemos establecido”.

¿Hay un comité de investigación? Se le preguntó:

“Más que investigación, van a llegar las empresas y tendrán que mostrar evidencia de que su producto es seguro, basados en la Ley General de Salud. Vamos a revisar y ver si realmente es seguro. ¿Cuánto se tardarían en evaluar? Depende de dónde venga el producto, el laboratorio, la empresa o la persona física; nosotros tenemos procesos muy agilizados de liberalización”.

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