/ lunes 20 de enero de 2020

EU investiga en México red de tráfico con brasileños

Funciona desde territorio mexicano y se les promete que pueden entrar al país sin ningún papel migratorio

Estados Unidos investiga una presunta red que, desde México, trafica ciudadanos brasileños para llevarlos hasta la frontera norte. “Sabemos que existe una red, una organización criminal que ha estado convenciendo a las familias brasileñas de venir aquí, prometiéndoles que se les va a dar entrada, pero no es así, ya se investiga al respecto”, confirmó a El Sol de México Ramiro Cordero, portavoz de la Patrulla Fronteriza.

Aunque el oficial no quiso profundizar la información, “pues se trata de una investigación en curso”, fuentes de la Cancillería mexicana aseguraron estar en coordinación con las autoridades estadounidenses para llevar a cabo las pesquisas, a la que también se incorporaría el gobierno de Brasil.

“En México se tienen detectadas más de mil redes de traficantes de personas, pero al parecer esta o estas que están trayendo a los brasileños son de las más grandes y mejores organizadas porque estamos hablando de grupos criminales transnacionales”, afirmaron las fuentes que solicitaron permanecer en el anonimato.

De acuerdo con cifras de la administración en la Casa Blanca, más de 18 mil brasileños cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos en el último semestre del 2019, el número más alto en los últimos cinco años.

De éstos, 90 por ciento fueron unidades familiares, nueve por ciento eran adultos solteros y uno por ciento menores no acompañados.

Según la ley estadounidense, los niños no pueden ser encarcelados por más de 20 días, lo que hace que más familias intenten ingresar a ese país con menores, no siempre los suyos. Cordero aseguró que cada día son más los casos de familias, que prestan sus hijos a otros inmigrantes para intentar cruzar.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) ha detectado, además, un drástico cambio en el fenómeno migratorio y es que, de enero a mayo, la gran mayoría de los migrantes detenidos eran de los países de Centroamérica, ahora el perfil es de brasileños y mexicanos.

Ante esta situación, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) analiza enviar a los inmigrantes brasileños que crucen la frontera desde México de vuelta a ese país a la espera de audiencias judiciales en Estados Unidos para solicitar asilo, según se dio a conocer esta semana.

Los brasileños también podrían ser enviados a Guatemala, Honduras o El Salvador, con los que la Casa Blanca firmó en 2019 acuerdos de Terceros Países Seguros, para recibir a inmigrantes.

De acuerdo con un reporte de CBP, en Brasil las “agencias de viajes” anuncian “paquetes turísticos” con boletos de avión a la Ciudad de México o a Cancún, traslado a Ciudad Juárez y taxi a la frontera. La operación se realiza en coordinación entre “coyotes” de México y Brasil “que aprovechan la eliminación del requisito de la visa para visitar nuestro país como turistas”.

El costo para que un brasileño llegue de Río de Janeiro hasta Ciudad Juárez, por ejemplo, se estima en 113 mil pesos mexicanos, considerando el boleto de avión, el traslado en camión a la frontera, la estancia de cuatro a cinco días y el pago al “coyote” o “pollero” para cruzarlos.

“Sí hay una red de traficantes que están convenciendo a las familias brasileñas de que las pueden ingresar a Estados Unidos, pero no podemos abundar más porque como entenderá son investigaciones en curso”, insistió el portavoz de la Patrulla Fronteriza, organización policial encargada de vigilar la línea que divide a México de la Unión Americana.

En el año 2005, Estados Unidos ya había sido testigo de otro pico de brasileños con 31 mil 63 que cruzaron la frontera sin documentos; un años después, en 2006, los números cayeron a aproximadamente a mil y se mantuvieron estables hasta 2015, cuando la nación sudamericana vivió una crisis política que alentó a los brasileños a migrar nuevamente hacia Estados Unidos, de acuerdo con datos de CBP.

La mayoría de los brasileños detenidos en Estados Unidos ingresan a Texas, pero el destino de 85 por ciento de ellos está en Massachusetts, a más de tres mil kilómetros de distancia. Ese estado tiene la mayor población de brasileños en Estados Unidos, con unos 350 mil, según datos del censo 2018 en esa nación.

No es la primera red de trata de migrantes que se detecta en nuestro país en el último año. A mediados de 2019 las autoridades migratorias mexicanas detuvieron a una banda que traficaba con indios que buscaban llegar a Estados Unidos.

Estados Unidos investiga una presunta red que, desde México, trafica ciudadanos brasileños para llevarlos hasta la frontera norte. “Sabemos que existe una red, una organización criminal que ha estado convenciendo a las familias brasileñas de venir aquí, prometiéndoles que se les va a dar entrada, pero no es así, ya se investiga al respecto”, confirmó a El Sol de México Ramiro Cordero, portavoz de la Patrulla Fronteriza.

Aunque el oficial no quiso profundizar la información, “pues se trata de una investigación en curso”, fuentes de la Cancillería mexicana aseguraron estar en coordinación con las autoridades estadounidenses para llevar a cabo las pesquisas, a la que también se incorporaría el gobierno de Brasil.

“En México se tienen detectadas más de mil redes de traficantes de personas, pero al parecer esta o estas que están trayendo a los brasileños son de las más grandes y mejores organizadas porque estamos hablando de grupos criminales transnacionales”, afirmaron las fuentes que solicitaron permanecer en el anonimato.

De acuerdo con cifras de la administración en la Casa Blanca, más de 18 mil brasileños cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos en el último semestre del 2019, el número más alto en los últimos cinco años.

De éstos, 90 por ciento fueron unidades familiares, nueve por ciento eran adultos solteros y uno por ciento menores no acompañados.

Según la ley estadounidense, los niños no pueden ser encarcelados por más de 20 días, lo que hace que más familias intenten ingresar a ese país con menores, no siempre los suyos. Cordero aseguró que cada día son más los casos de familias, que prestan sus hijos a otros inmigrantes para intentar cruzar.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) ha detectado, además, un drástico cambio en el fenómeno migratorio y es que, de enero a mayo, la gran mayoría de los migrantes detenidos eran de los países de Centroamérica, ahora el perfil es de brasileños y mexicanos.

Ante esta situación, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) analiza enviar a los inmigrantes brasileños que crucen la frontera desde México de vuelta a ese país a la espera de audiencias judiciales en Estados Unidos para solicitar asilo, según se dio a conocer esta semana.

Los brasileños también podrían ser enviados a Guatemala, Honduras o El Salvador, con los que la Casa Blanca firmó en 2019 acuerdos de Terceros Países Seguros, para recibir a inmigrantes.

De acuerdo con un reporte de CBP, en Brasil las “agencias de viajes” anuncian “paquetes turísticos” con boletos de avión a la Ciudad de México o a Cancún, traslado a Ciudad Juárez y taxi a la frontera. La operación se realiza en coordinación entre “coyotes” de México y Brasil “que aprovechan la eliminación del requisito de la visa para visitar nuestro país como turistas”.

El costo para que un brasileño llegue de Río de Janeiro hasta Ciudad Juárez, por ejemplo, se estima en 113 mil pesos mexicanos, considerando el boleto de avión, el traslado en camión a la frontera, la estancia de cuatro a cinco días y el pago al “coyote” o “pollero” para cruzarlos.

“Sí hay una red de traficantes que están convenciendo a las familias brasileñas de que las pueden ingresar a Estados Unidos, pero no podemos abundar más porque como entenderá son investigaciones en curso”, insistió el portavoz de la Patrulla Fronteriza, organización policial encargada de vigilar la línea que divide a México de la Unión Americana.

En el año 2005, Estados Unidos ya había sido testigo de otro pico de brasileños con 31 mil 63 que cruzaron la frontera sin documentos; un años después, en 2006, los números cayeron a aproximadamente a mil y se mantuvieron estables hasta 2015, cuando la nación sudamericana vivió una crisis política que alentó a los brasileños a migrar nuevamente hacia Estados Unidos, de acuerdo con datos de CBP.

La mayoría de los brasileños detenidos en Estados Unidos ingresan a Texas, pero el destino de 85 por ciento de ellos está en Massachusetts, a más de tres mil kilómetros de distancia. Ese estado tiene la mayor población de brasileños en Estados Unidos, con unos 350 mil, según datos del censo 2018 en esa nación.

No es la primera red de trata de migrantes que se detecta en nuestro país en el último año. A mediados de 2019 las autoridades migratorias mexicanas detuvieron a una banda que traficaba con indios que buscaban llegar a Estados Unidos.

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