Un Juez de Distrito en funciones de Juez de Control, con sede en el Reclusorio Sur, vinculó a proceso a Florian "N", presunto líder de la mafia rumana en México, y a dos más de sus colaboradores por su probable responsabilidad en delitos previstos y sancionados en la Ley de Instituciones de Crédito, así como asociación delictuosa.
Derivado de las investigaciones que llevan a cabo agentes ministeriales, se descubrió que Florian, alias “El Tiburón”, realizó de manera indebida más de cinco mil 500 operaciones irregulares de disposición de efectivo en la Ciudad de México, Quintana Roo, Yucatán, Estado de México e Hidalgo, en las que se retiraban hasta 14 mil pesos.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que, durante las 18 horas que duró la audiencia de continuación, presentó los datos de prueba para que el Juez de Distrito, en funciones de Juez de Control, con sede en Quintana Roo, decretara dicha vinculación, así como la medida cautelar de prisión preventiva y fijara cuatro meses para la investigación complementaria.
Florian "N" y sus cómplices, Cosmin "N" y Alin "N", permanecerán recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El ciudadano rumano fue detenido el pasado 27 de mayo en las instalaciones centrales de la FGR en la Ciudad de México, en cumplimiento a un mandamiento judicial.
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Tras su detención, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, indicó que el proceso de extradición de Florián a Rumania, país que lo requiere por delincuencia organizada, extorsión y tentativa de homicidio agravado, será rápido.
Aunque no dio más detalles al respecto, recalcó que los tiempos y movimientos en torno al caso dependerán de la Fiscalía, esto debido a que el Gobierno sólo acompañará el proceso.
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De las investigaciones se desprende que la organización que encabeza Florian ha saqueado millones de dólares mediante cajeros automáticos alterados, todos colocados en destinos turísticos como Cancún, Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
De esta forma la banda obtenía los registros de tarjetas bancarias para posteriormente clonarlas y robarles el dinero.