Con una chamarra azul, inquieto y visiblemente cansado, el exprocurador Jesús Murillo Karam escuchó atentamente las intervenciones de los Ministerio Público durante la primera audiencia que enfrenta por el caso Ayotzinapa, hasta que se comenzó a sentir mal.
"¿Se siente bien, quiere que haga un receso para alimentos?", preguntó el juez de control Marco Antonio Fuerte Tapia.
"Sí, no he ni desayunado", contestó Murillo visiblemente cansado.
Ante ello, el juez decretó un segundo receso de la audiencia contra el extitular de la Procuraduría General de la República (PGR) para que pudiera comer alimentos y ser revisado por su médico.
Ya había decretado un receso de una hora debido a que la defensa de Murillo Karam no había recibido la carpeta de investigación y les otorgó tiempo para que revisaran los documentos.
El regaño a los fiscales de FGR
En un momento de la audiencia, el juez visiblemente molesto interrumpió la intervención de los representantes de la Fiscalía General de la República FGR debido a que "no están bien preparados".
Incluso les advirtió que mandaría una comunicación a sus superiores para que manden a fiscales mejor preparados si continuaban con los errores al presentar la imputación formal contra el extitular de la PGR por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia en el caso Ayotzinapa
Aunque el apercibimiento también fue para la defensa de Murillo Karam, pues el juez les dijo no estar preparados para defender al exprocurador.
Embarran a García Harfuch
Entre las pruebas ofrecidas de la FGR en contra de Murillo Karam por el delito de tortura se encuentra la declaración de Bernardo Cano, testigo colaborador que grabó las torturas de las que fueron víctima al menos cuatro integrantes del grupo Guerreros Unidos.
Este mismo testigo declaró que el 7 de octubre de 2014, tan sólo dos días después de atraer el caso, el exprocurador mantuvo reuniones en Iguala, Guerrero, con diversos altos mandos, entre ellos Omar García Harfuch, entonces delegado de la Policía Federal en Guerrero.
La Fiscalía General de la República aseguró ante el juez que Jesús Murillo Karam “contribuyó a perpetuar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa” y luego presentó conclusiones con pruebas alteradas “para construir y sostener una verdad histórica falsa”.
Subrayó que Murillo Karam es el responsable directo de esta investigación desde el momento que decidió a traer la investigación del caso el 5 de octubre de 2014 y poner como su mano derecha a Tomás Zerón de Lucio, hoy prófugo de la justicia en Israel.
Murillo Karam ideó modus operandi de la “verdad histórica”
La Fiscalía acusa al exfuncionario federal de los delitos de desaparición forzada cometido en contra de los 43 normalistas, por el delito de tortura cometido en contra de seis presuntos responsables en el caso y del delito de contra la administración de la justicia por "alterar, perder y perturbar" las pruebas.
También afirmó que Murillo Karam tuvo bajo su control a los detenidos y sus declaraciones, tuvo control sobre las escena del crimen y las evidencias y fue responsable sobre el “modus operandi” para la creación de la verdad histórica.