El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió por espacio de dos horas con Larry Fink, el presidente de la financiera global más importante del mundo, BlackRock.
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Durante su conferencia matutina, el mandatario mexicano adelantó que desayunaría con el financiero económico, conocido como Larry Fink, cabeza de una de las financieras más importantes del mundo.
Al salir del encuentro, Fink lo hizo sin cubreboca, y llevaba consigo lo que parecía un obsequio de parte del presidente: una fina y pequeña artesanía de un cofre labrado que los asistentes del gestor de activos introdujeron en la camioneta en que viajaba.
Posterior a esta reunión, salió de Palacio Nacional el empresario turístico y fundador de Grupo Vidanta, Daniel Chávez Morán, junto con el secretario de Turismo, Miguel Torruco, y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal y el secretario de Desarrollo Urbano y Territorial, Román Meyer Falcón.
Aunque no se dio a conocer el tema que discutiría el presidente con Fink, la presencia de los funcionario y de Chávez Morán parece indicar un encuentro para afinar detalles sobre la obras de infraestructura turística del país, como el Tren Maya y los aeropuertos Felipe Ángeles en Santa Lucía, Estado de México, y el de Tulum, en Quintana Roo.
Recientemente el presidente López Obrador también se reunió por más de 3 horas con algunos de los hombres más ricos de México para plantearles oportunidades de inversión y darles certeza en sus inversiones en las megaobras que se realizan en México con el acuerdo que emitió el 22 de noviembre pasado para blindarlas y aseguró que estos empresarios tienen una buena perspectiva de la economía mexicana.
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