Este jueves se realizará en Washington D.C. la primera reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) entre México y Estados Unidos, que se creó en 2013 y la cual enfocará en 4 ejes: Reconstruir juntos; Promover el desarrollo económico y social sostenible en el sur de México y América Central; Asegurar la prosperidad hacia el futuro e Invertir en Nuestra Gente.

Asimismo, las comitivas abordarán asuntos importantes para la relación bilateral, como la recuperación de la pandemia de Covid-19, generar resiliencia ante el cambio climático, abordar las causas principales de la migración y cooperar en temas de seguridad.

¿Cuál es el objetivo del diálogo?

Su objetivo común es favorecer el crecimiento y desarrollo económico, la creación de puestos de trabajo, la competitividad global, reducción de la pobreza y desigualdad, manifestó el doctor José María Ramos, profesor investigador del Colegio de la Frontera Norte (ColeF).

Señaló que en la administración del presidente Biden se reactiva el DEAN con nuevas prioridades. Recordó que el antecedente se vinculó con el T-MEC en el marco de la reunión virtual entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden.

Este 9 de septiembre se reanudará este encuentro bajo el liderazgo de Kamala Harris, vicepresidenta de los Estados Unidos. Por México, asistirán el canciller Marcelo Ebrard, la titular de Economía, Tatiana Clouthier, y el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.

Modelo de la Frontera del siglo XXI

El investigador José María Ramos recordó que la vinculación del DEAN con la frontera norte derivó en la creación del Modelo de la Frontera del Siglo XXI a finales de 2010, donde por primera vez se plasmó la intención de gestionar la frontera de manera conjunta y a través de un Comité Ejecutivo Binacional (CEB) y el diseño de un Plan de Acción Bilateral México-Estados Unidos para su gestión.

Indicó que este modelo de gobernanza multinivel se caracteriza por tres dimensiones: competitividad económica, seguridad y movilidad de las personas.

Además, se integra por tres instancias: Subcomité de Seguridad y Procuración de Justicia, que promueve la eficiencia binacional; Subcomité de Flujos Seguros, que facilita el flujo seguro y eficiente de personas y bienes en los cruces fronterizos terrestres entre México y Estados Unidos.

Considera el doctor Ramos que esta instancia es estratégica porque se orienta a gestionar los riesgos en los cruces.

Y finalmente el Subcomité de Infraestructura, en el cual se coordinan las nuevas iniciativas de proyectos de cruces terrestres.

Subrayó que este modelo de Frontera Siglo XXI se mantiene desde el 2001 y cumple este 11 de septiembre 20 años de funcionamiento.

“En este lapso se construyeron nueve cruces y puertos fronterizos. Y el comercio entre México y Estados Unidos se triplicó entre1988 y 2014 para alcanzar los 500 mil millones de dólares, de acuerdo con el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN, 2019)”, mencionó.

Manifestó que “este modelo de gobernanza multinivel es un eficaz ejemplo para reducir la pandemia del Covid-19 en la relación fronteriza México-Estados Unidos y con ello permitir el acceso terrestre a los residentes fronterizos mexicanos con visa estadounidense”.

Señaló que el contexto de la pandemia pudo ser la coyuntura para reactivar el Diálogo Económico de Alto Nivel en marzo de 2020, como una opción para promover protocolos sanitarios transfronterizos y con ello mantener la agilización de los cruces fronterizos.

“Es contradictorio que el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que es una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, no forma parte del DEAN. Y con base a las Órdenes bajo Secciones 362 y 365 de la Ley de Servicio de Salud Pública 2020 y 2021, rechazó la colaboración transfronteriza en materia de salud, con lo cual se siguen deportando a miles de migrantes irregulares –cerca de un millón de expulsiones en los últimos 7 meses-, sin considerar su situación de contagio”.

Finalmente, refirió que el DEAN tiene el reto de integrar la experiencia y logros de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad en América del Norte (ASPAN) y particularmente la visión de que la competitividad sostenida requiere de cadenas de suministro seguras y de fronteras eficientes.

Esto se logrará bajo un enfoque de cooperación y vinculada con las políticas de la Frontera del Siglo XXI.