Organizaciones civiles y empresariales advirtieron ahora que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador busca debilitar la política de atención a la infancia con la propuesta de desaparición del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y pasaron sus atribuciones al DIF.
Paulina Amozurrutia, directora general de Unión Mujeres, dijo se que trata de un “debilitamiento de las instituciones que defienden la niñez como es el caso del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescente y el hecho de que desaparezca este organismo y que se integre como una unidad administrativa al Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pone a la infancia en una situación vulnerable”.
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En conferencia, los representantes de Unión Mujeres, Coparmex y Marca Familia advirtieron que son varias las acciones que ha emprendido la administración federal que “nos convencen de que las infancias no son prioridad para el presidente de la República y su actual administración”.
Muestra de ello son las cifras de violencia infantil, las cuales “son alarmantes por lo que entendemos que es un sector que ha sido descuidado”.
Amozurrutia indicó que mientras el DIF cuenta con un presupuesto de mil 466 millones de pesos, en presupuesto el Sipinna apenas tienen 73 millones lo cual es 20 veces más como para poder argumentar que se trata de un tema presupuestal.
“Evidentemente no se trata de un tema presupuestal, de reducir el presupuesto sino de quitar facultades al Sipinna y una lógica de pensar que el DIF va a poder realizar esas acciones cuando su función es meramente asistencialista”.
Ante este escenario que calificaron como de crisis, “resulta fundamental trabajar de manera coordinada y unir esfuerzos con la iniciativa privada y organismos empresariales como la Coparmex, asociaciones civiles, como Unión Mujer y todas aquellas instancias que de manera constante inciden a favor de este sector, generando con ello entornos seguros para las niñas, niños y adolescentes”.
La infancia requiere una serie de satisfactores que deben estar cubiertos que van más allá de la alimentación, vestido o educación, ya que su construcción emocional determinará el tipo de jóvenes, adultos o tal vez padres que puedan ser en un futuro.
Consideraron que en México los niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres y adultos mayores, deben tener garantías de bienestar y el Estado debe dotar de las mejores condiciones de seguridad, nutrición, esparcimiento y educación que operen como un sistema integral que garantice su estabilidad y óptimo desarrollo físico, emocional, psicológico y social.
Enfatizaron que la creación de vínculos afectivos, estilos de autoridad con firmeza y cariño, además de una adecuada educación socioemocional en la familia, escuelas e instituciones, permitirá resolver la violencia y generar entornos de paz.
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“Ante una actual sociedad desvalorizada y con pensamientos inmediatos, no debemos perder de vista nuestras infancias ni sus derechos. Contribuyamos juntos en la disminución de la violencia de nuestras niñas, niños y adolescentes, que el día de hoy nos necesitan”, concluyeron.
