Con una producción de 2.3 millones de plantas, 500 mil manojos, 1,500 gruesas y 18 mil toneladas de flores de cempasúchil, la tradicional para la celebración de Día de Muertos, se atiende la demanda nacional.
Informó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, que se sembraron alrededor de 2 mil hectáreas con esta flor “que da vida a nuestras tradiciones”.
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Y es fuente de empleo y bienestar de miles de campesinos, que se preparen durante meses para su producción “y hoy llenan nuestros altares para recordar y traer de vuelta a los seres queridos que ya no están con nosotros”.
Desde las oficinas centrales de la Sader, su titular dedicó un espacio para recordar el inicio de las festividades de Día de Muertos para rendir sentido homenaje a la memoria de los connacionales, hermanas, hermanos, abuelas, abuelos, hijas e hijos, nietas y nietos, esposas y esposos que ya no están a causa del Covid-19 que azota a nuestro país y al mundo.
Esta flor, de la que México es orgulloso centro de origen, cobró relevancia a nivel mundial, particularmente en los países del sureste asiático.
“Nuestro cempasúchil es el protagonista de varias festividades en la India, Corea del Norte, Japón, Indonesia y otros países. Justo en Bali, Indonesia, los adornos religiosos formados con nuestra flor son de tal magnitud, que se ha vuelto un verdadero icono de esa región”.
Ante esta relevancia económica y social, la Sader implementó acciones para resguardar y conocer más de esta planta y otros cultivos originarios de nuestro país.
Para esto se creó recientemente el Coité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura y se trabaja en el desarrollo del Programa Nacional de Semillas 2020-2024 así como en el impulso al Proyecto Nacional de Plantas Nativas.
Señaló que todo el sector ornamental, es uno de los afectados drásticamente, dadas las restricciones para llevar a cabo reuniones presenciales y masivas como es el Día de Muertos.
Y convocó a la sociedad a comprar flores, pan de muerto, fruta de temporada, chocolate y todo lo necesario en los mercados locales, para mantener vivas estas tradiciones e impulsar a los pequeños productores y comerciantes, “que ponen todos estos productos a nuestro alcance”.
Reconoció a los productores del país y especialmente los de cempasúchil, porque pese a las restricciones a causa de la pandemia, que acataron las medidas de distanciamiento y de seguridad y no dejaron de cultivar flores.
“Lograron hoy más que nunca, que el campo no se detenga”, subrayó.