La necesidad del acceso al agua de manera práctica y a un bajo precio es la principal razón por la que han proliferado rellenadoras insalubres de garrafones en el país.
Así lo acusó Francisco Bustamante, presidente de Agua en México, una asociación que busca concientizar a la población sobre un consumo responsable de este líquido.
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En entrevista con El Sol de México, Bustamante reconoció que, si bien este tipo de rellenadoras son resultado de las malas prácticas sanitarias y se han propagado por falta de regulaciones por parte de las autoridades, también obedece a que los consumidores carecen de información para comprar agua realmente purificada o de calidad.
"El problema de las llenadoras es un fenómeno que ha crecido a raíz de la necesidad de obtener agua de calidad por parte de todos los mexicanos. A nivel nacional es prácticamente imposible consumir agua de calidad en nuestros hogares de manera natural, es decir, que sea entregada con la calidad necesaria para hidratarnos", manifestó Bustamante.
La dimensión de esta problemática no es minúscula, según el directivo, pues pasaron de 16 mil en 2016 a poco más de 24 mil en los últimos años; esto solamente las debidamente registradas, pues se desconoce el número de aquellas que abren sin aviso alguno.
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Existe un importante número de negocios rellenadores sin contabilizar que operan en clandestinidad dentro de bodegas o garages, que no tienen papeles en regla ni estudios bacteriológicos constantes. Esto representa un riesgo a la salud, ya que son los que no venden agua realmente de calidad.
De acuerdo con el presidente de Agua en México, se trata de una cadena de entrega, constituida por particulares, que no necesariamente tienen un sistema de filtración óptimo ni le dan el mantenimiento requerido, y posteriormente distribuyen el líquido con repartidores a domicilio, con el riesgo de entregar el agua contaminada. Estudios de diferentes instituciones académicas, como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), indican que siete de cada 10 envases rellenos en este tipo de purificadoras, presentan algún tipo de contaminante, principalmente heces fecales.
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"Consumir o comprar agua de rellenadoras ya representa un riesgo para la salud pública, porque mayormente estos negocios surten a la población que busca agua económica para consumirla. Los negocios de llenado son el objeto de estos estudios debido a que son los que han crecido con mayor facilidad, en mayor número y que son menos controlados y supervisados por parte de las autoridades", detalló Francisco Bustamante.
Bajo este contexto, el presidente de Agua en México indicó que en algunos estados solo se necesita un permiso de protección civil para constituir un negocio de este tipo. Sin embargo, el problema radica en el giro con el cual es registrado, que a veces suele ser de bebidas y alimentos, pues de lo contrario deberían cumplir con estándares de calidad o regulaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
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"Concretamente aquí es donde fallan los organismos encargados de la revisión, es un problema general, ninguna de las instituciones tiene la capacidad (para regular). Hay municipios que por sus características no tienen la capacidad para regular estos negocios, incluso carecen del conocimiento para pedir los requisitos necesarios", insistió Bustamante.
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