Brittany es el nombre que la venezolana Yorgelys Pérez eligió para su bebé que estuvo a punto de nacer a la orilla del río Bravo, pues los agentes de la Guardia Nacional Texana aunque la veían con fuertes contracciones y la fuente reventada, no querían dejarla ingresar por el Marcador de Seguridad Fronteriza (BSI) 36.
Gracias a otro gran grupo de migrantes que empezó a empujar una de las entradas, los agentes norteamericanos dejaron que Yorgelys ingresara y es ella quien platicó en exclusiva para El Heraldo de Juárez, lo que pasó del otro lado del muro entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
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"Cuando estuve del otro lado fue que llegó la ambulancia y me ingresaron, pasaron como dos o tres minutos y mi bebé nació en la ambulancia", contó la venezolana que por minutos hubiera dado a luz en el río Bravo.
La bebé nació a las 15:42 horas de manera natural el jueves 28 de septiembre, cuando la ambulancia de rescate de El Paso trasladaba a Yorgelys a un hospital.
"Mi bebé está muy bien, se llama Brittany; la atención acá fue excelente, me dice el médico que me hubiera dado de alta ayer (viernes), pero por como fue mi parto y todo lo que hemos venido pasando, preferiblemente me dejaron hasta hoy", contó la venezolana, quien aguantó los dolores de parto desde una noche antes del nacimiento de su hija.
Aún esperando a una trabajadora social que las apoye y oriente, ya que no tienen ropa para salir y no saben si irán a la calle o a un albergue.
"Ahora a ver qué nos espera en la parte de afuera", dijo la venezolana, ya que durante su estancia en el hospital no les han informado nada de su estatus migratorio.
Ayer sábado sería dada de alta, pero aunque está de lado americano su destino es incierto, pues todavía no ha sido procesada, al igual que su esposo, quien para llegar a su esposa e hija hizo de todo y ahora están juntos.
Roberto Lugo es el feliz padre que hasta este sábado pudo conocer a su hija.
El mismo jueves se entregó a la Patrulla Fronteriza, pero lo retornaron de inmediato y nuevamente el viernes al mediodía entró con un grupo grande de migrantes con familias y varios niños.
"Nos montaron en un bus, nos llevaron como a una cárcel donde le toman las huellas y de ahí nos llevaron a unas carpas blancas, ahí me dieron comida, uniforme, ropa interior, ahí pregunté por mi esposa y ya sabían del caso, me estaban esperando", platicó el padre.
Dijo que lo sacaron de una habitación donde había 30 hombres y fue la misma migración de Estados Unidos, quienes le informaron que nació su hija y al igual que su esposa estaban bien. Este sábado lo llevaron al hospital a las 6:00 horas, luego de papeleo de una hora y media lo llevaron al hospital para reunirse con su núcleo familiar y pudiera cargar en sus brazos a Brittany.
Nota publicada en El Heraldo de Juárez