Buenos Aires, Argentina.- Claudio María Celli, enviadodel Vaticano a Caracas para acompañar el diálogo abiertoentre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, dijo que lasituación de Venezuela es "muy difícil" y que si lasconversaciones fracasan, el que perderá será el pueblovenezolano.
"Si fracasa el diálogo nacional entre el Gobierno venezolano yla oposición, no es el Papa sino el pueblo de Venezuela elque va a perder, porque el camino podría ser el de lasangre", advirtió el prelado en una entrevista publicada por eldiario La Nación, de Buenos Aires.
Celli, diplomático de la Santa Sede y presidente emérito delPontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, fueenviado por el papa Francisco a Caracas para asistir estasemana a los primeros encuentros entre el Gobierno y la oposiciónauspiciados por el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas(Unasur).
Ya de regreso en Roma, Celli contó a La Nación que cuando sereunió con los representantes de la oposición, en la mañana dellunes, les dijo que su miedo era que hubiese "muertos en lamanifestación" que pensaban realizar el jueves.La oposición reflexionó y gracias a Diossuspendieron esta manifestación", señaló Celli. Tambiéncontó que se reunió dos veces con Maduro y queen el primer encuentro el mandatario le comentó que lehabía prometido al Papa que iba a dialogar y que lo iba acumplir.
"En la segunda, que me pidió él y que fue al día siguiente dela primera reunión plenaria, le dije: 'señor presidente, estamañana me encontré con la oposición y hay tres pedidos.Hay que dar señales y éstas no necesitan tiemposbíblicos. Hay que dar señales de que el diálogo es elúnico camino y que se puede recorrer en este momento? Se lo dijemuy claramente", comentó Celli.
El prelado sostuvo que es "indudable" que la situación enVenezuela "está muy fea", no solo a nivel político, sino tambiéna nivel social y económico, pues "no hay comida, no haymedicinas" y "es innegable que el país está enfrentandouna situación muy difícil".
También observó que "hay militares pordoquier" y que por los sitios donde transitó en Caracasencontró a su paso "retenes en todos lados" de policías ymilitares. Celli aclaró que la misión que lefue encomendada no es de mediación, sino de acompañamiento aldiálogo. "Yo estoy y me voy a jugar. El problema es que yosoy un acompañante. Una cosa es cierta: el Papa goza de un granprestigio. Las dos partes, así como los cuatro expresidentes queacompañan (Ernesto Samper, José Luis Rodríguez Zapatero, LeonelFernández y Martín Torrijos) me dijeron claramente que si noestuviese la Santa Sede, la oposición no se encontraría con elgobierno. Y las dos partes comprenden que o embocan el camino de laviolencia o embocan el del diálogo", señaló.
Celli, que regresará a Caracas para el día 11, dijo queespera que las conversaciones no fracasen y queestá "rezando" por eso. Advirtió quesi el diálogo fracasa, podría extremarse laviolencia y dijo que "hay gente que no tiene miedo de quehaya derramamiento de sangre". "Esto es lo que me preocupa.Francisco está jugando un papel muy fuerte. Corremos un riesgo.Vamos a ver, que Dios nos ayude", añadió.
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