Al menos una persona murió y otras 12 resultaron heridas luego de que militares venezolanos se enfrentaron y dispararon contra un grupo de activistas que intentó mantener abierto un segmento de la frontera sur con Brasil para que ingresara la ayuda humanitaria, según The Washington Post.
Posteriormente una ONG de derechos humanos confirmó la noticia e informó que suman dos muertos y 15 heridos por enfrentamiento entre indígenas y militares venezolanos este viernes en el estado Bolívar, fronterizo con Brasil, cuando trataban de mantener abierta una carretera para el ingreso de ayuda humanitaria.
"Una mujer indígena y su esposo murieron y por lo menos otros 15 miembros de la comunidad indígena pemón del municipio Gran Sabana resultaron heridos tras la arremetida de un convoy de la Guardia Nacional", informó a AFP la ONG Kapé Kapé.
Etnia pemón en Kumarakapay
Ricardo Delgado, uno de los líderes de la comunidad de la etnia pemón en Kumarakapay, identificó a la víctima fatal como Zoraida Rodríguez.
El líder opositor Juan Guaidó, a quien decenas de países reconocen como jefe de Estado interino de Venezuela, dijo en Twitter que los militares deben decidir "de qué lado están en esta hora definitiva".
"A todos los militares: entre hoy y mañana ustedes definirán cómo quieren ser recordados. Ya sabemos que están con el pueblo, ustedes nos lo han dejado muy claro. Mañana podrán demostrarlo", agregó Guaidó, quien desde el jueves se dirigía en un convoy de carros hacia la frontera con Colombia para recibir la ayuda.
Maduro ordenó que desde el jueves por la noche se cerrara la frontera de 2.199 kilómetros con Brasil, porque esa nación tiene un centro de acopio de alimentos y medicinas y apoya el ingreso de ayuda.
El gobierno niega que exista una crisis humanitaria en el país petrolero, del que han salido desde el 2015 al menos 3,4 millones de personas, de acuerdo con Naciones Unidas.
Venezolanos están huyendo
"Los venezolanos continúan huyendo a la misma tasa de unos 5.000 por día", dijo el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, en una conferencia de prensa el viernes en Ginebra.
Organizaciones no gubernamentales han destacado los efectos de la carencia de comida y medicamentos en los venezolanos, algunos esperando con urgencia la ayuda.
El cierre las fronteras a la ayuda humanitaria es "repugnante y totalmente inaceptable", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt.
Maduro, quien está cada vez más aislado internacionalmente, cuenta con el respaldo potencias como Rusia y China, y de aliados regionales como Bolivia.
"Lamentamos que la Ayuda Humanitaria quiera ser utilizada como 'caballo de Troya' en Venezuela, para invadir y provocar una guerra", escribió en Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales. "Los hermanos latinoamericanos no podemos ser cómplices de una intervención militar. Defender a Venezuela es defender la soberanía de #AméricaLatina", agregó.