Desde hace varias semanas un grupo de activistas llamados Just Stop Oil, ha estado en el foco de atención por sus protestas que involucran obras de arte en diferentes museos de Europa.
Obras de arte de Vincent Van Gogh, Claude Monet y recientemente, la estatua del Rey Carlos III, han sido escenario de protestas ambientalistas.
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¿Quiénes son estos jóvenes y cuál es su misión? Aquí te contamos sobre Just Stop Oil y cuáles son los objetivos de estos activistas.
Just Stop Oil, contra el cambio climático
Just Stop Oil se define como una coalición de grupos que trabajan juntos para presionar al gobierno a que cancele todas las licencias para el uso, exploración, desarrollo y la producción de combustibles fósiles en el Reino Unido.
Asimismo, exigen al gobierno de Reino Unido que formalice los cancelamientos mediante una declaración y así cesen todas las licencias y consentimientos futuros para el uso de combustibles fósiles.
"La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada perderá una ventana breve y que se cierra rápidamente para asegurar un futuro habitable", señalan en su p{agina web.
¿Cómo se organizan?
Basados en la estrategia de Resistencia Civil No Violenta, los activistas se sirven de tácticas como huelgas, boicots, protestas masivas e interrupciones para retirar su cooperación del estado, una estrategia que formuló el sociólogo norteamericano Gene Sharp.
Además, los activistas recientemente han atacado varias obras conocidas para que así resuene su mensaje; el primer caso fue el 14 de octubre cuando dos activistas de la organización Just Stop Oil arrojaron una lata de sopa de tomate sobre el famoso cuadro "Los Girasoles", de Vincent Van Gogh, en la Galería Nacional de Londres.
En la sala del museo, se comenzaron a escuchar gritos en la sala 43 de la galería cuando los activistas simpatizantes del grupo de protesta climática arrojaron el líquido sobre la pintura, la cual está protegida con un vidrio.
En un tweet, la policía local informó de que los dos activistas que habían lanzado una sustancia sobre el cuadro del pintor neerlandés "han sido arrestados por daños criminales y allanamiento agravado".
De acuerdo con personas presentes en el lugar de los hechos, los jóvenes se quitaron las chaquetas para revelar las camisetas Just Stop Oil antes de pegarse a la pared debajo de la obra de arte, la cual es considerada uno de los tesoros más importantes de la galería.
La sopa de tomate fue lanzada contra la pintura, que está cubierta por un vidrio, y también manchó algunas zonas del marco dorado del cuadro.“¿Qué vale más, el arte o la vida?” dijo Phoebe Plummer, una de las activistas, de 21 años, de Londres.
Activistas inspiran a otros jóvenes en Berlín
Las acciones también han resonado en otros países de Europa, ejemplo de ello es que el pasado domingo, dos activistas del grupo ambientalista "Letzte Generation" ("Última generación") lanzaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet, de la serie "Les meules" ("Los almiares") expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín.
En un comunicado difundido por el grupo activista, señalan que con su acción "plantean a la sociedad la misma pregunta que dos valientes jóvenes mujeres hicieron en la Galería Nacional de Londres con sopa de tomate hace una semana: ¿Qué vale más, el arte o la vida?".
"Cada vez más personas se niegan a aceptar en silencio la progresiva destrucción y puesta en peligro de la vida humana en nuestro planeta", afirman los activistas.
El cuadro no sufrió daños durante la acción, "todo lo contrario del inconmensurable sufrimiento que las inundaciones, las tormentas y las sequías ya nos traen hoy como presagio de la inminente catástrofe", agregan.
Rey Carlos III, último blanco de Just Stop Oil
Este lunes, dos activistas de Just Stop Oil estamparon dos tartas de chocolate en el rostro de la figura de cera del rey Carlos III en el museo londinense de Madame Tussauds, con la consigna de que el gobierno británico "detenga las nuevas licencias de petróleo y gas".
"La ciencia es clara, la demanda es sencilla: detened las nuevas licencias de petróleo y gas", proclamaron mientras arrojaban las tartas a la escultura, que está rodeada de la de otros miembros de la familia real británica.
La entidad ecologista compartió la acción en un vídeo en sus redes sociales, acompañado de unos tuits en los que denuncian al monarca inglés por "haber abandonado sus planes de asistir y dar un discurso" en persona en la próxima COP27 de la ONU, que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheij, Egipto.
Este suceso ocurre un día después de que otros dos activistas del grupo alemán Última Generación arrojaran puré de patatas a una de las obras pictóricas de la serie 'Los Pajares' de Claude Monet, en el Museo de Barberi de Postdam, situado al sur de Berlín.
Sin miedo a ser detenidos
Una de las situaciones que deben afrontar estos activistas es que hay un riesgo muy alto de que puedan ir a la cárcel, sin embargo, están comprometidos con los objetivos.
"Existe una larga tradición en el Reino Unido de los ciudadanos, cuando reconocen que el estado está actuando de manera inmoral, tomando medidas para evitar un daño mayor. Al abrir nuevos campos petroleros, nuestro gobierno nos está perjudicando directamente, por lo tanto, afirmamos nuestro derecho legal y nuestro deber moral de actuar"
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