David Varela
CHIHUAHUA, Chih. (OEM-Informex).- Desde cartones y hules comoventanas, cristales sueltos o rotos; falta de asientos y algunosotros que no están fijados al vehículo; condiciones mecánicasadversas, suspensiones dañadas; malos tratos de choferes con malaactitud, carrerosos y a quienes les importa poco el usuario, es unpoco de lo que deben enfrentar los chihuahuenses para trasladarseen la ciudad.
El sistema de transporte público en Chihuahua cuenta concentenares de carencias, muchas de ellas son heredadas de unaépoca en la cual se relajó la aplicación de la ley sobre quienesincumplían con los lineamientos derivados de una concesión queotorga Gobierno del Estado a particulares.
Durante muchos años el sistema de transporte daba de quéhablar en Chihuahua por el pésimo servicio que se prestaba, lacontaminación que generaban los camiones, los incrementos quedurante un corto periodo se elevaron de tres pesos hasta seispesos.
Otra de las situaciones que a inicios de la década del nuevomilenio parecía no concluir, era la de las carreras por el pasaje.La avenida Universidad, la Tecnológico, la Ocampo, la Cuauhtémoc,se convertían en peligrosas pistas de carreras.
Muchos concesionarios sí compraron unidades nuevas durante laprimera década del 2000. Durante la época de los nuevos autobusesse podía observar las modificaciones que se les hacían: rines,luces, estrobos, asientos y amenidades para los choferes comoequipos de sonido.
También en esos años fue que existió la iniciativa ciudadanapara prohibir los equipos de sonido en los autobuses del transportepúblico, por lo que a la mayoría les retiraron los estéreos ybocinas.
El nuevo momento del transporte público fue con el anuncio einicio de obras para la ruta troncal aún conocida como Vivebús,que prometía ser un sistema eficiente en el que ganarían todoslos integrantes: concesionarios, choferes y usuarios.
Es hasta la actualidad que no se alcanza a ver el beneficio dela implementación del nuevo sistema, tras la omisión quepersistió en los concesionarios y autoridades para no hacer valerla ley en el sentido de la antigüedad y condiciones de losvehículos que prestan el servicio.
En el artículo 30 de la Ley de Transporte y sus Vías deComunicación para Chihuahua se establece que el modelo del camiónno deberá ser mayor a 10 años de antigüedad en rutasalimentadoras y 15 para rutas troncales.
En el artículo 32 de la misma ley se hace mención sobre lainformación que debió dar el Estado sobre el cumplimiento a losordenamientos de tránsito y condiciones fijadas para la concesiónpara la prestación del servicio en cuanto a continuidad,regularidad, permanencia, seguridad, comodidad e higiene del medio,es decir, del camión.
Actualmente los autobuses, tanto de la ruta troncal como losalimentadores, presentan deficiencias mecánicas y físicas queponen en riesgo la comodidad de los usuarios, e incluso suseguridad.