Luego de más de 16 horas de audiencia, un juez de control con sede en Tlalnepantla vinculó a proceso a los seis trabajadores del bar Black Royce de Naucalpan por su relación con la muerte del empresario Iñigo Arenas Saenz ocurrida el pasado 6 de agosto.
Poco antes de la 01:00 horas, el juez de control consideró que había indicios suficientes para continuar el proceso penal en contra de Aritzi “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y una segunda mujer llamada Ana Karen “N”, trabajadoras del establecimiento, así como de Eduardo “N”, que fungía como capitán de meseros, y Carlos “N”, que realizaba labores de seguridad.
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El juez fijó un plazo de dos meses para el desarrollo de la investigación complementaria y pidió que la familia del empresario fuera notificada sobre la vinculación a proceso del personal del Black Royce.
A las nueve de la mañana del martes fue citada la audiencia donde la defensa y el Ministerio Público presentaron sus pruebas y aportaron testigos con la finalidad de que el juez los tome en cuenta a la hora de dictar sentencia.
El pasado 12 de agosto, tras más de diez horas de audiencia, un juez de control con sede en Tlalnepantla dictó prisión preventiva a los seis trabajadores del bar Black Royce presuntamente implicados en la muerte del empresario.
De esta manera, el impartidor de justicia determinó su legal detención y otorgó la duplicidad de término constitucional a los detenidos.
Durante la exposición de los datos de prueba, se reveló que la Fiscalía cuenta con un testigo protegido, identificado como Ricardo “N”, quien declaró que en ese lugar las damas de compañía suministraban sustancias a los clientes para que aumentaran su consumo de bebidas alcohólicas.
Piden justicia para los detenidos
Al grito de “somos meseras no goteras”, trabajadoras de diversos establecimientos de Naucalpan y compañeras de las detenidas realizaron una manifestación frente a los juzgados de Control y Juicios Orales de Barrientos para pedir que no se estigmatice su trabajo y no las dejen sin empleo. La protesta se mantuvo todo el tiempo que duró la audiencia a las afueras de los juzgados de Control y Ejecución de Sentencia.
Los empleados, quienes estuvieron acompañados de amigos y familiares de los detenidos, portaban diversas pancartas en las cuales se leían enunciados como: “No a la fabricación de delitos” y “Justicia”.
Luego de que presuntamente las cuatro jóvenes que acompañaron al empresario previo a su muerte le habrían puesto un polvo a su bebida, de acuerdo a lo señalado por el Ministerio Público en su denuncia, la representante legal del Black Royce, Cristina Ponce, calificó como injusta la detención de los 6 trabajadores del bar por la muerte del empresario “que fue un accidente”.
Familiares de los 6 detenidos bloquearon la Avenida del Trabajo donde se localizan los juzgados de Control y Juicios Orales de Barrientos, en protesta porque el juez de control de la causa suspendido la audiencia por varias veces, retardando el veredicto final.
Buscan desestimar pruebas
Uno de los abogados de la defensa de las 6 personas que se encuentran en proceso dijo que parte de su estrategia legal es desestimar las pruebas periciales que presentó la fiscalía y demostrar que no había otra sustancia en el cuerpo del empresario.
Asimismo, los seis detenidos presentaron el testimonio de dos peritos en medicina forense y en química para objetar que la víctima falleció por ahogamiento con su vómito.
El empresario Íñigo Arenas Saiz de 41 años de edad fue hallado muerto el domingo 6 de agosto luego de que se reportó su desaparición en la Ciudad de México. Fue encontrado sin vida y sin aparentes signos de violencia en el bar “Black Royce”, en el municipio de Naucalpan.
Publicado originalmente en El Sol de Toluca
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