VILLAHERMOSA, TABASCO.- El Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, no justificó, aunque tampoco condenó al sacerdote, Francisco Santos Arcos, detenido en días pasados por posesión de un arma durante un operativo a cargo de agentes federales del Grupo de Reacción Inmediata sobre la carretera Huimanguillo-Estacion Chontalpa.
“Cada lugar de nuestro estado, del país y de nuestra Diócesis tiene un grado de dificultad y donde está el padre es muy difícil; está en un lugar donde ha sido amenazado y hay muchas cosas de tráfico, no lo justifico pero lo tratamos de comprender”, expuso.
Apuntó que cuando alguien se siente amenazado busca los elementos para poder defenderse, pero más que una tentación fue un momento extremo por la desconfianza que existe ante tantos problemas de inseguridad que se registran a diario.
Pero –añadió- mal hecho, aunque creo que cualquier persona, cualquier ciudadano en estas circunstancias asumiría una actitud igual. Quizás los sacerdotes podrían hacerse acompañar por otras personas, confiar en la providencia de Dios y no tener que utilizar armas para defenderse.
En la acostumbrada rueda de prensa dominical en la Catedral del Señor de Tabasco, puntualizó que Santos Arcos ya está libre y llevando a cabo sus tareas como presbítero en su parroquia.
Asimismo, el pastor diocesano de la entidad descartó que en Tabasco haya nexos de ministros católicos con el crimen organizado. “Que yo sepa no ha habido”, enunció.
Debates no son “enlodar” ni descalificar
En otro tema, Monseñor Rojas López consideró que los debates entre aspirantes al gobierno del estado serán buenos siempre y cuando los aspirantes planteen sus plataformas políticas y programas de gobierno, porque este espacio no debe ser para denostar o caer en las descalificaciones.
“Un debate en este sentido, sociopolítico, sería para presentar sus propuestas y plataformas de gobierno, pero si lo usan para descalificar y llevar pruebas de que uno se robó esto y que este hizo esto otro, creo que no nos lleva a nada bueno
Por lo tanto, los debates deben servir para unir a la población para que los candidatos transmitan valores, y no para exhibir qué debilidades tiene cada uno; el debate es más bien para construir y no para enlodar a nadie.