CANCÚN. Un nuevo hecho de violencia se presentó en la disputa entre la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Confederación de Trabajadores de México (CTM) por el contrato colectivo de trabajo del Hotel Hard Rock, Los Cabos, operado por la empresa RCD Hotels, propiedad del empresario Roberto Chapur.
La noche del domingo, presuntos afiliados a la CROC destrozaron e incendiaron el vehículo de Francisco Reyes Romero, delegado de la CTM en el hotel Hard Rock. El líder sindical denunció que los croquistas ya lo habían amenazado y perseguido en varias ocasiones al salir de su centro de trabajo.
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Desde hace dos años, la CROC y la CTM mantienen una disputa por el contrato colectivo de trabajo de este hotel y el Nobu, ambos de la cadena RCD, la cual repudió los métodos croquistas para hacerse con la representación de sus trabajadores.
“Las acciones violentas a las que han recurrido los líderes de la CROC para tratar de hacerse del Contrato Colectivo de Trabajo de los hoteles, Hard Rock y Nobu en Los Cabos, son ilegales e inaceptables, no lo vamos a permitir”, afirmó Rubén López, director jurídico de RCD Hotels.
Hace un mes, los croquistas quemaron por equivocación otra camioneta, la cual asumieron que era propiedad del delegado cetemista Iván Beltrán Willar.
Los croquistas, cuyo secretario general es el diputado Isaías González Cuevas, han realizado manifestaciones frente a los hoteles Hard Rock de Los Cabos, Cancún y la Riviera Maya, incluso en la Ciudad de México, para presionar que las autoridades federales tomen una determinación sobre el contrato colectivo de estos hoteles.
De acuerdo con la CROC, el 18 de noviembre de 2019 se realizó el recuento para la legitimación del sindicato y del Contrato Colectivo de los Trabajadores de la empresa Hotel Hard Rock Los Cabos, el cual ganó por amplia mayoría, sin embargo, las autoridades de RCD Hotels no han querido reconocer la voluntad de los trabajadores.
El representante legal de la cadena hotelera, Rubén López, afirmó que es la CTM la que tiene el legítimo control del contrato colectivo y son los croquistas los que han recurrido a amenazas, bloqueos en los hoteles y agresiones a los trabajadores.
“Nosotros rechazamos estas prácticas de la CROC, que ha detentado el contrato colectivo de los hoteles, actualmente en poder legítimo de la CTM, ya que buscan ejercer presión a la empresa y a los trabajadores de manera ilegal, desprestigiando al hotel y a sus directivos”, aseguró López.
Rubén López fue claro al señalar que los croquistas han tomado en tres ocasiones el hotel, llegando hasta el lobby de manera violenta, creando caos y afectando a los huéspedes, por lo que ya se tomaron medidas de contención para que estos actos violentos no se vuelvan a repetir.
Por su parte, los líderes de la CROC han defendido que la toma de hoteles y emplazamientos a huelga, como el de enero de 2020, han sido para presionar a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Baja California Sur realice un recuento con los trabajadores y ellos decidan a que central se afilian.