CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- La Diócesis de Celaya lamenta con tristeza la muerte violenta de la cual fue víctima el padre Gumersindo Cortés González, quien fue encontrado en una brecha que conecta con el camino que conduce a la comunidad de San Antón de la Minas, en Dolores Hidalgo; y pide a los sacerdotes no tener miedo por las situaciones concretas en las que se vive, a las autoridades que hagan su trabajo y a los fieles a que se esmeren en ser constructores de la paz.
El padre Jesús Palacios Torres, vocero de la Diócesis de Celaya, informó que la muerte del sacerdote es la primera ocurrida en toda la Diócesis y expresó que la Iglesia lamenta con tristeza la muerte violenta de la cual fue víctima, al igual que lamenta la muerte de tantos hombres, mujeres, amas de casa, comerciantes, estudiantes y profesionistas que también han tenido que sufrir las consecuencias de la violencia que está desatada en el entorno.
“La iglesia siempre va a defender la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural y va a reprobar todo aquello que atente contra la vida, es un hecho difícil de asimilar como todos los demás hechos de los fieles, de cualquier ser humano que tenga que sufrir esta situación de violencia”.
DESCONOCEN DE AMENAZAS
Informó que desconocen si tenía amenaza, así como la mecánica del hecho, “solo sabemos que el sábado fue encontrado un cuerpo sin vida en un camino de terracería en calidad de desconocido, y posteriormente fue reconocido, probablemente por sus mismos familiares, porque ya se supondría que estuvo ausente de su parroquia todo el sábado, probablemente ya habían dado el reporte y pienso que fueron los que lo reconocieron. Una vez que se reconoció que era él se dio la noticia de que el padre había fallecido en esas circunstancias lamentables”.
“Al parecer es el primer sacerdote asesinado en la Diócesis de Celaya, hasta donde yo sé en mis 25 años que tengo de sacerdote más otros 15 años de formación, no hay registro de que alguien haya fallecido de una muerte violenta, sí tenemos casos de sacerdotes que han sido extorsionados, que de repente les roban el carro, pero ya a estas circunstancias no habíamos tenido registro”.
NO PEDIRAN SEGURIDAD PERSONAL
Mencionó que hasta el momento no se tiene pensado realizar una comisión de seguridad, ni pedir algún tipo de guardia o guardia personal para los sacerdotes, ya que son parte del pueblo que hace su vida en ejercicio de su profesión o de sus respectivas labores, “entonces no es que tengamos que hacer algo como para protegerlos, sino ponernos en las manos de Dios como todos los hombres y mujeres”.
Destacó que el mensaje que la Diócesis da a los sacerdotes ante este hecho violento es que recuerden que su tarea de predicar y anunciar el Evangelio, es esencial, piden que la tarea evangelizadora de cada uno no se vea amenazada ante las situaciones concretas en las que se vive, que no se dejen amedrentar, que sigan su vida normal, que recuerden que tienen que ser auténticos discípulos de Jesucristo y si él no temió a la muerte cuando fue amenazado por la predicación al Evangelio, él que es el maestro, ellos tampoco tendrían porque tenerlo.
PIDE IGLESIA ESCLARECER CRIMEN
A las autoridades les pide que hagan el trabajo que les corresponde, que indaguen la mecánica de los hechos, y resaltó que la Iglesia es respetuosa del trabajo que realizan, de sus avances, políticas, así como de estrategias, y aunado a ellos, solicitan a los fieles que junto al gobierno se esmeren a ser constructores de una cultura de paz y al mismo tiempo levantar la bandera de la oración para pedir todos los días por la paz del mundo.
“Y no solo estar en oración, sino también desde el hogar, la paz, el amor, armonía son valores que se van construyendo desde la cuna, que los padres de familia en los hogares sean maestros en donde pongan como uno de sus principales labores o principios la construcción de la paz, en este sentido no esperar que la paz sea un regalo por decreto de gobierno, sino ser constructores de la paz en nuestras propias relaciones humanas con los que tenemos”.
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“Este tipo de situaciones lamentables nos duele, no solo del padre, sino la realidad que han vivido muchos que han sufrido la misma suerte. Los fieles deben recuperar esos entornos de paz, nos duele este tipo de acontecimientos violentos porque a veces salen a flote, pero cuánta violencia familiar hay, cuánta falta de paz hay dentro de los hogares por la forma tan rasposa de tener relaciones entre el papá y la mamá, los hermanos, los padres con los hijos, entre otras cosas, ese es el mensaje”.
EL PADRE ERA ORIGINARIO DE DOLORES
Es importante destacar que el padre Gumersindo Cortés González nació el 13 de enero de 1957, en la comunidad del Álamo en Dolores Hidalgo, fue hijo de una familia numerosa. Se ordenó presbítero en Celaya el 9 de marzo de 1983, por lo que tenía 38 años de sacerdocio.
Fue vicario de la parroquia de la Asunción en Dolores Hidalgo, después fue rector del Santuario de Atotonilco en la Casa Santa de Ejercicios de Atotonilco, luego fue párroco en la parroquia de la Asunción de María en el Barrio del Zapote y posteriormente párroco de Cristo Rey de la comunidad Mesa de López perteneciente a Dolores Hidalgo. Al momento de su muerte contaba con 63 años.