/ sábado 29 de diciembre de 2018

2019, años nones, años de dones ¿Será?

Eso dice la sabiduría popular, que los años nones son de dones, y los pares, de males. Enero será mes de dichos y de cabañuelas.

Está llegando 2019 con paso fuerte, con un marcado sabor a tragedia, a desánimo, a discordia. Se están cimbrando las estructuras políticas, económicas y sociales de este México y se producirán fuertes sacudimientos en toda la ciudadanía. Enero será de truenos y relámpagos. Se ve la huella histórica de una guerra iniciada en el sexenio calderonista en 2007 sin motivo, sin fin y sin metas.

Es tiempo de hacer un paréntesis para medir las dimensiones de la enorme crisis que agobia a México, mi México, y hacer un ejercicio de reflexión, un recuento de los daños sufridos hasta ahora.

Al fin y al cabo, como diría el poeta metafísico inglés John Donne, “en este mundo actual ninguno es una isla y no hay que preguntar por quién doblan las campanas, porque es evidente que doblan por nosotros”.

Hemos tenido de todo, como en la botica de nuestros abuelos, pero muy pocos remedios han sido efectivos contra la adversidad o para disminuir los riesgos y las pérdidas de los momentos difíciles. Han sido más de treinta años de administraciones que no encuentran el camino, de falta de oficio político, de falta de ganas, de falta de conocimientos en toda materia, de falta de honradez pública. Son evidentes las carencias, deficiencias e incapacidad de los sectores encargados de impartir educación, salud, y seguridad. Día a día lo consignan los medios de comunicación.

También se siente una delincuencia organizada creciente; hay fuertes inquietudes en los círculos políticos; seguirán los salarios descompensados, el alza del dólar, la baja del petróleo y por ende una espiral inflacionaria que no se detiene. Enero será de penuria y de tristeza. De los viejos dichos mexicanos de la sabiduría popular entresaco el que dice: "Mal empieza la semana para el que ahorcan el lunes". Y solo soy realista, no tremendista.

Escucho y leo a mis colegas editorialistas, columnistas de notas políticas, articulistas; somos realistas, jamás pretenderíamos vulnerar las estructuras que sostienen este país, pero sí debemos denunciarlo. Pero tenemos esperanza.

En algún editorial anterior mencioné la importancia que tiene en el calendario mundial el primer mes del año. Por supuesto que me refiero al mes de enero, al cual los antiguos conocían como el mes de Jano, personificación mitológica romana con dos rostros y que tenía la virtud de ver el pasado y vislumbrar el futuro. Se le pinta, además, teniendo una llave en una mano y un bastón en la otra, significando lo primero que abre la puerta del año, y lo segundo que presidía y recorría todos los caminos.

Los antiguos romanos comenzaban sus ceremonias religiosas invocando a Jano porque estaban en la creencia que abría todas las puertas. Tenía un templo en Roma que estaba cerrado en tiempo de paz y abierto en tiempo de guerra. Las puertas del templo estaban cerradas con cien cerrojos y con barras de hierro, a fin de que fuese más difícil abrirlas, simbolizando con esto que la guerra, que es el azote más cruel para la humanidad, jamás debía emprenderse a la ligera.

E iniciar una guerra sin estrategias, sin cálculos, sin preparativos, eso fue exactamente lo que hizo la administración que mencioné, con lo cual desmadejó al país, y aún no podemos salir del hoyo. Como escribió por allí algún colega periodista: “Calderón le pegó al avispero sin pensarlo dos veces”.

El primer mes de 2019 será memorable en México. Nuestro país sufre una atroz sacudida económica provocada por los aumentos que vendrán. Habrá abusos de comerciantes sin escrúpulos. Siempre los ha habido, pero hoy más. Los costos de los servicios también se han disparado, y bastante: luz, gas, agua, predial, más los servicios restringidos.

Por si fuera poco, con el muy reciente cambio de administración, el sistema político mexicano también experimentará su sacudida. Se establecerán parámetros y lazos para reforzar el sistema y tratar de dar credibilidad a los tres niveles de gobierno. Se harán todo tipo de comentarios en pasillos, oficinas y restaurantes que se convertirán en lugares especulativos, para perder el tiempo.

Quienes encabezan el nuevo gobierno repiten una y cien veces que lucharán denodadamente contra la corrupción y la impunidad. Y sí es un deseo bienvenido por los millones de seres humanos que habitamos esta gran Nación

¿Es ésta la clase de país que esperábamos? Diariamente son ventiladas las corrupciones de funcionarios. Y apenas va a empezar el año, y está debutando un nuevo gobierno. Sé que es difícil levantar un árbol que ha crecido torcido por décadas. Pero lo han prometido, y yo deseo sinceramente que se cumpla.

Hace varias décadas que hubiera sido bueno encerrar a casi todos los gobernantes bajo cien cerrojos.

Premio Nacional de Periodismo 2018

Fundador de Notimex

pacofonn@yahoo.com.mx