Iniciar un nuevo año es augurio de prosperidad, por eso, en esta temporada es costumbre intercambiar buenos deseos, parabienes e intenciones positivas.
Sin importar lo extenuante que puedan ser nuestras actividades, dan tregua en estas fiestas para que, personalmente, con familia o amigos, disfrutemos las costumbres y tradiciones.
Con 12 deseos, 12 metas propuestas, o un balance de los últimos 12 meses; el objetivo para el año que comienza, es mejorar en comparación con el año anterior.
Así como planeamos individualmente cada nuevo año, debemos considerar lo que ocurre en la vida pública de la ciudad y su agenda social.
Mantener las mismas condiciones sociales, económicas o de seguridad, frena los avances y detiene el desarrollo de nuestra ciudad frente a cualquier meta.
Sin embargo, mejorar esas condiciones en la CDMX depende en gran medida de involucrarnos y participar en las decisiones que nos corresponde como ciudadanos, pues alcanzar los objetivos y metas que individualmente nos pongamos, dependerá de las condiciones que atraviese la ciudad.
Por eso, antes de plantear nuevos retos -personalmente, como sociedad y como ciudad- debemos hacer un recuento de las metas alcanzadas y objetivos cumplidos el último año, así como de los problemas, errores, omisiones, e incluso pérdidas
En el caso del gobierno, arrastra año con año una serie de pendientes, y en vez de disminuir, aumenta gradualmente. Uno de ellos, la planeación de la ciudad a largo plazo.
Nos ha costado 5 años, 2 intentos fallidos y 1 titular al frente del Instituto de Planeación, con la inversión que implica, sin embargo, aún no hay Plan General de Desarrollo o Programa General de Ordenamiento Territorial vigente.
Además de ese pendiente, el año 2023 nos heredó procedimientos inconclusos, como ocurre con nombramientos de consejeros ciudadanos en la PAOT, la elección de titular del Instituto de Planeación que debe ser mujer, o el nombramiento de Fiscal General de la Ciudad.
Mientras cada uno de esos pendientes se desahoga, el tiempo seguirá transcurriendo, lo que nos acerca a otro reto, que parece ser el mayor en la agenda pública para este 2024.
Se trata de la elección a nivel ciudad y país, que tendremos el mes de junio, pues nuevamente se elegirán a las personas que ocupen los cargos en la Presidencia, diputaciones federales y locales, senadurías, jefatura de gobierno, alcaldías y concejalías.
A pesar de la diferencias de ideas y opiniones que naturalmente existen y son respetadas en una democracia, todos tenemos el mismo objetivo para este año 2024: mejorar las condiciones de la CDMX, y que las cosas vayan bien.
Pues el objetivo es lograr que todas las autoridades e instituciones respeten, garanticen y promuevan efectivamente los derechos que las leyes nos reconocen.
