Estamos a unas horas de terminar la etapa de campañas, con ello, llegamos a la recta final del proceso electoral más grande en el país.
Así, el día jueves a las 0 horas comienza el periodo de 3 días conocido como “veda” antes de la jornada electoral.
Mientras los candidatos deben abstenerse de difundir propaganda electoral, en este periodo la ciudadanía reflexiona las propuestas, a fin de elegir la mejor opción para que los represente, y salir a votar.
Sin embargo, espera salir a ejercer su voto en condiciones de seguridad y sin ningún tipo de miedo ante las condiciones que recientemente se presentan en prácticamente todo el país
Por eso, vale la pena reflexionar un aspecto que, lamentablemente se ha vuelto frecuente en el proceso electoral: la violencia.
Es cierto que el contexto de cada campaña es distinto, lo que hace dinámico el ejercicio democrático, por ejemplo, el último proceso electoral se llevó a cabo en condiciones de pandemia por COVID.
Ahora, las condiciones sociales, laborales, de seguridad, de respeto y garantía de nuestros derechos, no son las mismas que hace tres años, y eso ha dificultado en general este proceso democrático.
Desde principios de marzo, al iniciar las campañas, señalé que se esperaba una elección llena de matices, retos por delante y la posibilidad por primera vez de tener una mujer al frente de nuestro país.
El proyecto “Votar entre balas” elaborado por Data Cívica y del Programa para el Estudio de la Violencia del CIDE, señala que en materia política y de gobierno, las entidades con mayor número de asesinatos son:
Veracruz con 72 homicidios, Guanajuato con 65, Oaxaca con 64, Guerrero con 52, Michoacán con 35, Jalisco con 33, y el Estado de México con 30 personas fallecidas.
Lamentablemente, las condiciones se fueron encrudeciendo aún más conforme avanzaron las campañas; lo grave es el aumento de violencia no solo contra candidatos o sus familias, sino a colaboradores y simpatizantes.
Con cifras récord, la atención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenó los hechos de violencia contra candidatos y llamó al Gobierno a garantizar una elección pacífica.
De acuerdo con datos oficiales, entre el 4 de junio de 2023 y el 7 de febrero de 2024, se tiene registro de 33 personas asesinadas en el ámbito político, de las cuales 16 eran aspirantes a una candidatura.
La CIDH tiene registro del asesinato de, por lo menos 15 personas precandidatas o candidatas desde el mes de marzo de 2024, y se debe adicionar que el Gobierno informó el homicidio de 9 personas aspirantes o que no contaban con registro de candidatura.
Hacemos votos porque el Gobierno garantice condiciones de paz y seguridad, no solo en lo que falta del proceso electoral, sino de forma permanente, pues la democracia no es ejercicio de un solo día.
