Más allá del ruido mediático que generan las mañaneras y los escándalos del gabinete de López Obrador, dicen los que saben que los ojos de los empresarios de este país, y muchos extranjeros con intereses en México, estarán observando a GRACIELA MÁRQUEZ esta semana. Depende de lo que haga y diga la titular de la Secretaría de Economía, se revitalizará la competitividad de este país o se firmará por adelantado una especie de sentencia de muerte para todo lo que resta del sexenio. Esa es la advertencia de las cúpulas empresariales.
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Graciela Márquez está en la mira porque, por un lado, se reunirá el Comité Consultivo Nacional de Normalización de la Secretaría de Economía, para someter a aprobación el Suplemento del Programa Nacional de Normalización, que esencialmente es el listado de temas que serán revisados en la segunda mitad del año en esa dependencia.
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Asimismo, habrá periodo extraordinario de sesiones en el Senado para actualizar el marco jurídico necesario para hacer operable el T-MEC: se reformarán las leyes de Derechos de Autor, de Propiedad Industrial, de Impuestos Generales de Importación y Exportación, la Ley Aduanera y muy particularmente, la Ley de Infraestructura de la Calidad.
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Nos dicen que el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió que inicien ya las rotaciones en los puestos administrativos de las dependencias de su gobierno, por lo que este lunes comenzarán a verse cambios revisados y aprobados desde la Secretaría de Hacienda, de Arturo Herrera. *** Quienes lleguen, aseguran, estarán un par de años en los encargos y luego volverán a rotar antes de concluir el sexenio. Se espera que, con estos movimientos, los encargados de manejar el presupuesto se olviden de las tentaciones propias de los funcionarios públicos, y que eviten, por supuesto, incurrir en actos de corrupción.
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A pesar de que en Hidalgo, que gobierna Omar Fayad, se han realizado múltiples operativos para detener la venta ilegal de bebidas alcohólicas, nos cuentan que persisten los desobedientes que desafían a la Secretaría de Seguridad Pública local y ofrecen distintas bebidas en la vía pública, promoviendo con ello el desconfinamiento y las reuniones clandestinas.
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En zonas como Pachuca, Mineral de la Reforma y Huejutla, incluso se ofrece alcohol en camionetas particulares y puestos improvisados junto a la carretera, mismos que hasta han provocado tránsito excesivo y cierres parciales de las avenidas por la aglomeración de consumidores.
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Por cierto, sólo el coronavirus impide a los mineros de la región carbonífera de Coahuila salir nuevamente a las calles para protestar, porque la Comisión Federal de Electricidad no cumplió la promesa del presidente López Obrador, de que la CFE reanudaría las compras de carbón.
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Que no ha servido de nada que las minas de carbón fueran consideradas como sector esencial dentro de la pandemia sanitaria por coronavirus y puedan trabajar incluso con semáforo rojo, si la CFE, su principal cliente, no compra el mineral, lo que ya provocó la quiebra de muchas empresas del ramo.
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Desde finales de 2018 se agravó la situación de la principal cuenca carbonífera del país, cuando la CFE anunció la suspensión de contratos que garantizaban la compra de tres millones 200 mil toneladas anuales de carbón. La empresa pública sólo ha mantenido compras menores emergentes, pero insuficientes para las mineras de carbón, que han cerrado de manera paulatina.
