/ miércoles 29 de diciembre de 2021

Adiós al año de daños

Conozco muy pocos a los que les haya ido bien, este año. Mejor dicho, la generalidad pide que ya se acabe el 2021, siempre con la esperanza de que el próximo sea de venturas.

Meses en los que, la pandemia destruyó la vida de miles de familias, sumiéndolas en la tragedia de la pérdida de algún ser querido.

Para los pensantes, la angustia de estar en manos de un López Gatel, del que se veía su absoluta incompetencia y lo más grave, sin que, quien debería haber estado consciente del horror y solidario -el presidente-, hiciera siquiera mención al catastrófico número de muertos. Aquí teníamos que escuchar la cantaleta de que “todo va muy bien, más que bien”.

La crisis económica, el desempleo, el cierre de pequeñas y medianas empresas, la imposibilidad de conseguir una chamba y el ver que los ahorros se esfumaban en un dos por tres, también hicieron enorme mella en la sociedad.

De lo poco bueno, la vacuna que llegó como faro de luz, aunque su distribución fue y sigue siendo, desequilibrada e injusta.

En el tema de los medicamentos, el año ha sido una auténtica catástrofe. AMLO desmanteló al sistema de distribución y, a la fecha, ni les ha probado las cacareadas corruptelas, a quienes lo hacían con eficiencia en el pasado, ni ha logrado estructurar uno nuevo.

Día a día suben de precio los fármacos, hay una enorme escasez, a extremos de que los médicos le ordenan al paciente tres y cuatro distintos, “a ver cuál encuentra”. La tragedia de la falta de insumos oncológicos, en especial para niños, ha provocado la muerte de muchos pequeños. Un Régimen déspota, irresponsable y hasta asesino, ha sido incapaz de escuchar las voces de estos progenitores, que pedían ayuda para sus pequeños.

Trescientas y pico jornadas de ataques incalificables, falsos, con una saña inaudita y una falta de ética absoluta, desde las mañaneras. Un Ejecutivo Federal que miente con la mayor tranquilidad, injuria sin fundamento a sus “adversarios”, engaña a una población fanática (Que le impide analizar la realidad) y que domina el panorama político a su antojo.

Inerme, la sociedad sufre la caída en su nivel de vida, se incrementa el número de pobres y la Clase Media suda la gota gorda. La inflación devora los ingresos y los productos de primera necesidad, sobre todo los alimentos, se van por las nubes.

El emperador de palacio trata de tapar el sol con un dedo, repartiendo dádivas sin ton ni son, sin una normatividad y un esquema que, en verdad ayudara a quienes menos tienen. Impera el caos y los desfavorecidos son quienes menos reciben ayuda, lo que tiene sin cuidado a un AMLO al que, lo único que le preocupa es conservar el poder.

La 4T actúa únicamente en función de la materia electoral y, la economía, la salud y la seguridad de los mexicanos le importa un bledo, empezando por quien está a la cabeza de la nación, personaje insensible.

La inseguridad se entroniza en grandes regiones de la República, dominadas por la delincuencia organizada, mientras el gobierno hace alarde de que seguirá con su estrategia de “abrazos y no balazos”. Intenta engañar con la cantaleta de que los delitos van a la baja, falsedad de falsedades que, gracias a organismos de la sociedad civil, nos permiten confirmar la mentira oficialista.

Un año deplorable, que más valdría se vaya al baúl de los olvidos. Para todos nuestros queridos lectores, ¡Feliz Año Nuevo! y que terminen las penurias de este que agoniza.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Conozco muy pocos a los que les haya ido bien, este año. Mejor dicho, la generalidad pide que ya se acabe el 2021, siempre con la esperanza de que el próximo sea de venturas.

Meses en los que, la pandemia destruyó la vida de miles de familias, sumiéndolas en la tragedia de la pérdida de algún ser querido.

Para los pensantes, la angustia de estar en manos de un López Gatel, del que se veía su absoluta incompetencia y lo más grave, sin que, quien debería haber estado consciente del horror y solidario -el presidente-, hiciera siquiera mención al catastrófico número de muertos. Aquí teníamos que escuchar la cantaleta de que “todo va muy bien, más que bien”.

La crisis económica, el desempleo, el cierre de pequeñas y medianas empresas, la imposibilidad de conseguir una chamba y el ver que los ahorros se esfumaban en un dos por tres, también hicieron enorme mella en la sociedad.

De lo poco bueno, la vacuna que llegó como faro de luz, aunque su distribución fue y sigue siendo, desequilibrada e injusta.

En el tema de los medicamentos, el año ha sido una auténtica catástrofe. AMLO desmanteló al sistema de distribución y, a la fecha, ni les ha probado las cacareadas corruptelas, a quienes lo hacían con eficiencia en el pasado, ni ha logrado estructurar uno nuevo.

Día a día suben de precio los fármacos, hay una enorme escasez, a extremos de que los médicos le ordenan al paciente tres y cuatro distintos, “a ver cuál encuentra”. La tragedia de la falta de insumos oncológicos, en especial para niños, ha provocado la muerte de muchos pequeños. Un Régimen déspota, irresponsable y hasta asesino, ha sido incapaz de escuchar las voces de estos progenitores, que pedían ayuda para sus pequeños.

Trescientas y pico jornadas de ataques incalificables, falsos, con una saña inaudita y una falta de ética absoluta, desde las mañaneras. Un Ejecutivo Federal que miente con la mayor tranquilidad, injuria sin fundamento a sus “adversarios”, engaña a una población fanática (Que le impide analizar la realidad) y que domina el panorama político a su antojo.

Inerme, la sociedad sufre la caída en su nivel de vida, se incrementa el número de pobres y la Clase Media suda la gota gorda. La inflación devora los ingresos y los productos de primera necesidad, sobre todo los alimentos, se van por las nubes.

El emperador de palacio trata de tapar el sol con un dedo, repartiendo dádivas sin ton ni son, sin una normatividad y un esquema que, en verdad ayudara a quienes menos tienen. Impera el caos y los desfavorecidos son quienes menos reciben ayuda, lo que tiene sin cuidado a un AMLO al que, lo único que le preocupa es conservar el poder.

La 4T actúa únicamente en función de la materia electoral y, la economía, la salud y la seguridad de los mexicanos le importa un bledo, empezando por quien está a la cabeza de la nación, personaje insensible.

La inseguridad se entroniza en grandes regiones de la República, dominadas por la delincuencia organizada, mientras el gobierno hace alarde de que seguirá con su estrategia de “abrazos y no balazos”. Intenta engañar con la cantaleta de que los delitos van a la baja, falsedad de falsedades que, gracias a organismos de la sociedad civil, nos permiten confirmar la mentira oficialista.

Un año deplorable, que más valdría se vaya al baúl de los olvidos. Para todos nuestros queridos lectores, ¡Feliz Año Nuevo! y que terminen las penurias de este que agoniza.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq