Este martes se registró Andrés Manuel López Obrador como precandidato para la Presidencia de la República por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y, más allá de la diatriba política, hay dudas en torno a cómo va a operar en diversos sectores.
En el caso del sector energético ya tienen un plan definido, o bueno, al menos un esbozo o, mejor dicho, unas líneas generales de acción. Algo es algo si se toma en cuenta que, en este momento, es uno de los nombres que tiene más o menos posibilidades de llegar a la Presidencia.
El proyecto de MORENA incluye 10 líneas de acción. El primero de los puntos a tratar es disminuir la dependencia energética, básicamente reducir las compras de energéticos a Estados Unidos.
El punto dos es administrar inteligentemente los declinantes recursos petroleros del país, luego es acelerar la transición hacia las fuentes renovables de energía y racionalizar el consumo.
El punto cinco es el de elevar la eficiencia y la seguridad en la cadena de suministro de petrolíferos y gas natural.
El sexto es revalorar el papel de Pemex en el desarrollo del sector energético, mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en las actividades, las empresas y los reguladores. Democratizar la política energética, respetar las decisiones de las comunidades y propiciar el fortalecimiento del sindicalismo independiente.
Impulsar la investigación, el desarrollo tecnológico y la formación de recursos humanos en el sector.
El punto 10 no tiene pierde: Recuperar las nociones e instrumentos de geopolítica y seguridad nacional en el sector petrolero. Sea lo que sea que eso signifique.
AMLO y MORENA saben dos cosas, uno, es que no hay dinero para rehacer el viejo sector petrolero y que la reforma energética acabó con varias de sus fortalezas: no hay monopolio.
Van contra Carlos Romero Deschamps que mantiene el liderazgo de los trabajadores de Pemex.
En su Proyecto de Nación 2018-2024 dice que van a rescatar el sector energético con producción nacional, energías renovables y fortalecimiento financiero y operativo de Pemex y CFE, incrementar la capacidad de refinación con la reconversión de las refinerías existentes y construir dos nuevas, impulsar el biodiesel, acelerar el cambio tecnológico para la adopción de energías renovables y trabajar en políticas públicas para reducir el consumo de energía.
“No es aceptable que México, a pesar de ser un país petrolero, tenga como principal producto de importación la gasolina, en la cual gastamos en el 2016, 11mil 283 millones de dólares que equivale al 86% de nuestro déficit comercial”, señalan.
De la reforma ni una palabra… hasta ahora.
Buzos:
1.-Mañana el Consejo de Administración de Pemex ratifica a Marcos Murillo como director de Administración.
2.-René Curiel Oscuras, mano izquierda del José Antonio González Anaya en Pemex ahora despacha como Oficial Mayor en la SHCP y se mantiene como un vínculo orgánico en la petrolera.
3.-Hay una crisis en la calidad de las gasolinas en los mercados de la CdMx, Guadalajara y Monterrey y es que no hay proveedor que se anime a transportar en Estados Unidos el MTBE necesario para tener gasolinas limpias.
