/ jueves 21 de febrero de 2019

Crisis de las maquiladoras

Desde hace algunas semanas, un estalló un conflicto laboral en varias empresas maquiladoras de la frontera, específicamente, en Matamoros Tamaulipas. El aspecto central del enfrentamiento entre trabajadores y patrones se centró en la exigencia de los primeros para que se les aumentara su salario en un 20 por ciento, se les entregara un bono de 32 mil pesos y, además, que se les redujera la cuto sindical de 4 por ciento que pagan cada mes.

En total, fueron 45 las empresas manufactureras las que tuvieron esta serie de reclamo por parte de los trabajadores sindicalizados. La falta de acuerdos llevó al paro de los empleados y, en algunos casos, hasta el inicio de proceso de huelga. Ante la petición del reconocimiento de huelga a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, esta se ha pronunciado en varios sentidos: ya sea por declarar ilegal algunas de ellas, o en el sentido de remitirlas por competencia a la Junta Federal de Conciliación en arbitraje, debido a que, por ley, es la autoridad encargada de conocer el asunto.

La falta de certidumbre en este ramo productivo, ha llevado a que, al menos 15 de esas empresas, hayan expresado sus intenciones de abandonar al país, luego de calcular que las pérdidas económicas derivadas del conflicto ascienden a casi 50 millones de dólares por día. Ello debido a que la situación no sólo impacta a México, sino a países como Estados Unidos y Canadá, quienes dependen de piezas creadas en nuestro país para continuar con la eficiencia general de su línea de producción.

Esto se agrega a la larga lista de circunstancias que han generado una creciente inestabilidad económica en el país que, aunado a la baja de calificaciones y de las perspectivas de crecimiento, nos ponen a pensar seriamente en el rumbo financiero de nuestro país, en el que tan sólo este mes se han perdido cientos de miles de empleos derivados de las decisiones gubernamentales basadas en supuesta austeridad y combate directo a la corrupción.

Lo cierto es que, al menos en el tema de las maquiladoras, es una gran cantidad de trabajadores los que dependen de ellas. Incluso, muchos de los estados fronterizos basan buena parte de su actividad económica en ellas. Nada menos, al tercer trimestre de 2017, el INEGI reportó que la industria manufacturera en nuestro país representó el 16% del Producto Interno Bruto.

Es en momentos como este en que urge la presencia gubernamental para solucionar problemas que impactan en lo colas y en lo nacional.

Senadora del PRI

Desde hace algunas semanas, un estalló un conflicto laboral en varias empresas maquiladoras de la frontera, específicamente, en Matamoros Tamaulipas. El aspecto central del enfrentamiento entre trabajadores y patrones se centró en la exigencia de los primeros para que se les aumentara su salario en un 20 por ciento, se les entregara un bono de 32 mil pesos y, además, que se les redujera la cuto sindical de 4 por ciento que pagan cada mes.

En total, fueron 45 las empresas manufactureras las que tuvieron esta serie de reclamo por parte de los trabajadores sindicalizados. La falta de acuerdos llevó al paro de los empleados y, en algunos casos, hasta el inicio de proceso de huelga. Ante la petición del reconocimiento de huelga a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, esta se ha pronunciado en varios sentidos: ya sea por declarar ilegal algunas de ellas, o en el sentido de remitirlas por competencia a la Junta Federal de Conciliación en arbitraje, debido a que, por ley, es la autoridad encargada de conocer el asunto.

La falta de certidumbre en este ramo productivo, ha llevado a que, al menos 15 de esas empresas, hayan expresado sus intenciones de abandonar al país, luego de calcular que las pérdidas económicas derivadas del conflicto ascienden a casi 50 millones de dólares por día. Ello debido a que la situación no sólo impacta a México, sino a países como Estados Unidos y Canadá, quienes dependen de piezas creadas en nuestro país para continuar con la eficiencia general de su línea de producción.

Esto se agrega a la larga lista de circunstancias que han generado una creciente inestabilidad económica en el país que, aunado a la baja de calificaciones y de las perspectivas de crecimiento, nos ponen a pensar seriamente en el rumbo financiero de nuestro país, en el que tan sólo este mes se han perdido cientos de miles de empleos derivados de las decisiones gubernamentales basadas en supuesta austeridad y combate directo a la corrupción.

Lo cierto es que, al menos en el tema de las maquiladoras, es una gran cantidad de trabajadores los que dependen de ellas. Incluso, muchos de los estados fronterizos basan buena parte de su actividad económica en ellas. Nada menos, al tercer trimestre de 2017, el INEGI reportó que la industria manufacturera en nuestro país representó el 16% del Producto Interno Bruto.

Es en momentos como este en que urge la presencia gubernamental para solucionar problemas que impactan en lo colas y en lo nacional.

Senadora del PRI