/ sábado 23 de julio de 2022

Cuchillito de palo | Agua: ¿Un problema sin solución?

Hace años especialistas de nivel internacional, alertaron sobre la tragedia que implicaría la escasez de agua. El líquido indispensable para la sobrevivencia de la humanidad, escasea en todos los continentes y, como también se advirtió, podría ser incluso motivo de guerras para obtenerlo.

Monterrey vive una crisis sin precedente, que tiene a un alto porcentaje de la población, sumida en la impotencia y la desesperación. La falta de agua y la incapacidad del gobierno del jovenzuelo, Samuel García, para resolverla, aunque ya se esperaba los obliga a arrepentirse de haberle dado el voto al frívolo emecista.

Llegó a desgobernar en compañía de su esposa -la que se presume “influencer”, estupidez de moda que no parece servir para nada redituable para quienes están bajo la férula del reluciente mandatario-. A favor de ella, su labor en pro de la niñez desamparada y de otras causas sociales a las que se entrega con absoluta dedicación.

Samuelito, por su parte, se empeña en culpar al “Bronco” de haberle dejado este desaguisado que, en campaña, se comprometió a resolver, a pesar de que, durante la administración de su predecesor el agua escaseaba, aunque jamás al grado de ahora.

Si bien les va, la mayoría de las colonias de Monterrey reciben una hora al día un mísero chorrito, que por supuesto no alcanza para solventar las mínimas necesidades.

El jovenzuelo de Marras llora porque el tlatoani lo apoye y le envíe a la brevedad auxilio, pero a AMLO lo deja impávido. Al contrario, parece que se regocija de ver el fracaso de quien le tiró la candidatura a su elegida, Clara Luz Flores, a la que acaba de reivindicar y premiar con un chambón en la Secretaría de Seguridad Federal.

El tabasqueño atribuye la escasez de agua al neoliberalismo, por la enorme cantidad que consumen algunas empresas e industrias. Impidió la construcción de una cervecería en Baja California, donde se decía que de permitirse acabaría con la dotación de miles de personas. Se detuvo la obra, la que ahora se hace en Chiapas, donde sobra el líquido.

García presentó en mayo un plan para garantizar la provisión hasta el 2050, en vista de que ya se avizoraba lo que venía. Fue inútil, a extremos de que, hace unos días, declaró que la ciudadanía rezara para que lloviera, porque era la única manera de amainar la carencia.

En Nuevo León el 70 por ciento del uso del vital líquido es agrícola, con precios subsidiados y gran desperdicio. Un 25 por ciento va al abastecimiento público y solo el cuatro por ciento a la industria, de acuerdo a datos estatales. Sin embargo, hay especialistas que plantean que esto es falso y que el consumo industrial es mucho más alto y favorece el que la sociedad se quede sin nada.

Se dice que para solucionar la situación es necesario crear infraestructura -lo que toma tiempo y recursos- y eliminar los subsidios al campo, incosteables desde cualquier punto de vista.

Lo que sucede en Monterrey ocurre en delegaciones de la Ciudad de México, como Iztapalapa o en municipios como el de Ecatepec, del Estado de México. Sus habitantes sufren penurias similares a las de los regiomontanos, aunque no se publiciten.

Habrá que ver si Samuel García logra resolver esta tragedia. A partir de su llegada y, con todo y las quejas contra el Bronco, también se ha incrementado la inseguridad y sus desgobernados solo lo escuchan lamentarse como párvulo. ¡Menos drama y más soluciones!

catalinanq@hotmail.com @catalinanq


















Hace años especialistas de nivel internacional, alertaron sobre la tragedia que implicaría la escasez de agua. El líquido indispensable para la sobrevivencia de la humanidad, escasea en todos los continentes y, como también se advirtió, podría ser incluso motivo de guerras para obtenerlo.

Monterrey vive una crisis sin precedente, que tiene a un alto porcentaje de la población, sumida en la impotencia y la desesperación. La falta de agua y la incapacidad del gobierno del jovenzuelo, Samuel García, para resolverla, aunque ya se esperaba los obliga a arrepentirse de haberle dado el voto al frívolo emecista.

Llegó a desgobernar en compañía de su esposa -la que se presume “influencer”, estupidez de moda que no parece servir para nada redituable para quienes están bajo la férula del reluciente mandatario-. A favor de ella, su labor en pro de la niñez desamparada y de otras causas sociales a las que se entrega con absoluta dedicación.

Samuelito, por su parte, se empeña en culpar al “Bronco” de haberle dejado este desaguisado que, en campaña, se comprometió a resolver, a pesar de que, durante la administración de su predecesor el agua escaseaba, aunque jamás al grado de ahora.

Si bien les va, la mayoría de las colonias de Monterrey reciben una hora al día un mísero chorrito, que por supuesto no alcanza para solventar las mínimas necesidades.

El jovenzuelo de Marras llora porque el tlatoani lo apoye y le envíe a la brevedad auxilio, pero a AMLO lo deja impávido. Al contrario, parece que se regocija de ver el fracaso de quien le tiró la candidatura a su elegida, Clara Luz Flores, a la que acaba de reivindicar y premiar con un chambón en la Secretaría de Seguridad Federal.

El tabasqueño atribuye la escasez de agua al neoliberalismo, por la enorme cantidad que consumen algunas empresas e industrias. Impidió la construcción de una cervecería en Baja California, donde se decía que de permitirse acabaría con la dotación de miles de personas. Se detuvo la obra, la que ahora se hace en Chiapas, donde sobra el líquido.

García presentó en mayo un plan para garantizar la provisión hasta el 2050, en vista de que ya se avizoraba lo que venía. Fue inútil, a extremos de que, hace unos días, declaró que la ciudadanía rezara para que lloviera, porque era la única manera de amainar la carencia.

En Nuevo León el 70 por ciento del uso del vital líquido es agrícola, con precios subsidiados y gran desperdicio. Un 25 por ciento va al abastecimiento público y solo el cuatro por ciento a la industria, de acuerdo a datos estatales. Sin embargo, hay especialistas que plantean que esto es falso y que el consumo industrial es mucho más alto y favorece el que la sociedad se quede sin nada.

Se dice que para solucionar la situación es necesario crear infraestructura -lo que toma tiempo y recursos- y eliminar los subsidios al campo, incosteables desde cualquier punto de vista.

Lo que sucede en Monterrey ocurre en delegaciones de la Ciudad de México, como Iztapalapa o en municipios como el de Ecatepec, del Estado de México. Sus habitantes sufren penurias similares a las de los regiomontanos, aunque no se publiciten.

Habrá que ver si Samuel García logra resolver esta tragedia. A partir de su llegada y, con todo y las quejas contra el Bronco, también se ha incrementado la inseguridad y sus desgobernados solo lo escuchan lamentarse como párvulo. ¡Menos drama y más soluciones!

catalinanq@hotmail.com @catalinanq