Por: Lina Pohl / Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO México
La Tierra, nuestro hogar común, nos envía señales claras de su angustia. Los océanos se ahogan en plásticos y se vuelven más ácidos, mientras que fenómenos climáticos extremos como el calor intenso que recientemente se vivió en la Ciudad México, alcanzando los 34.2 grados centígrados y rompiendo un récord histórico que superó los 33.9 grados registrados el 9 de mayo de 1998. Estos eventos, junto con los incendios forestales y las inundaciones, afectan a millones de personas en todo el mundo. Es evidente que el cambio climático y las acciones humanas irresponsables están causando estragos en nuestro planeta.
Este Día Internacional de la Madre Tierra, en el marco del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas, es una oportunidad crucial para reflexionar sobre la importancia de preservar y restaurar nuestros ecosistemas. Los ecosistemas terrestres y marinos sustentan todas las formas de vida en la Tierra, y su salud es fundamental para el bienestar tanto del planeta como de sus habitantes. La protección, restauración y promoción del uso sostenible de estos ecosistemas, junto con la lucha contra el cambio climático, son imperativos urgentes.
"La Madre Tierra nos ha dicho: no más subsidios. Ya acabó. Voy a pasar la factura si siguen tratándome de la forma en la que me están tratando. ¡Basta ya!. Nosotros debemos tomar conciencia y todas las acciones. Todas. Son importantes. Así sea la más pequeña".
Es imperativo que cada una de nosotras y nosotros asuma la responsabilidad de cuidar a nuestra Madre Tierra y tomar medidas concretas para preservar nuestros recursos naturales. Organizaciones como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) están liderando esfuerzos en todo el mundo para promover la agricultura sostenible, la gestión forestal responsable, la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.
En México, la FAO está llevando a cabo una serie de proyectos innovadores para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas. Estas iniciativas incluyen el establecimiento y restauración de corredores biológicos, la promoción de prácticas agrícolas y pesqueras sostenibles, el apoyo a comunidades indígenas en la gestión sostenible de recursos naturales, la protección de semillas y el desarrollo de aplicaciones digitales para la gestión eficiente del agua y los fertilizantes en la agricultura.
Es crucial recordar que somos parte de un sistema interconectado en el que nuestras acciones individuales tienen un impacto colectivo en el medio ambiente. A medida que la población mundial sigue creciendo y la amenaza del cambio climático se intensifica, debemos redoblar nuestros esfuerzos para promover una economía más sostenible que garantice el bienestar tanto de las personas como del planeta.
En este Día Internacional de la Madre Tierra, hagamos un llamado a la acción y unámonos al movimiento global para restaurar y proteger a nuestra Madre Tierra. Solo trabajando juntas y juntos podremos asegurar un futuro próspero y sostenible para las generaciones venideras.
