/ miércoles 23 de noviembre de 2022

El Espectador | Una bomba de tiempo en el Estado de México  

Algunos cercanos al expresidente Enrique Peña Nieto se encuentran más que nerviosos, y es que tanto en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de Pablo Gómez, como en la Fiscalía General de la República (FGR), de Alejandro Gertz Manero, circulan fuertes versiones sobre que se encuentran a punto de revelar las identidades de aquellos que sirvieron como prestanombres para realizar una serie de transferencias internacionales de corte ilegal.

Se trata de resultados relacionados con las pesquisas que se ventilaron en marcha desde 2020, y que implican a María Isabel Barroso, a quien en sus tiempos como asistente y administradora personal del mandatario priista se le conocía como Maribel, y que además tocarían tanto a su marido como a su hijo.

Resulta que a Luis Alfonso Rodríguez se le ubica como parte de una serie de empresas que se llenaron las manos con adjudicaciones directas justo en dicha gestión, aunado a que su vástago, Maximiliano Rodríguez, también fue aliado de ese mandato como colaborador en la Oficina de la Presidencia durante unos cuatro años.

Sobre el trío de personajes se sabe que se han asentado en un departamento con valor de siete millones de euros en Madrid, España, país en el que Peña Nieto ha conseguido permiso para vivir hasta 2027 y donde puso a la venta una propiedad con valor de 650 mil euros, luego que la FGR confirmó que le sigue la pista de cerca con diversas carpetas abiertas.

Así, tampoco se puede dejar de mencionar a Alfonso Maccise Yitani, quien se dio a conocer como socio y operador financiero de los Rodríguez, y quien se sospecha habría enviado importantes cantidades a Madrid y Houston, así como a paraísos fiscales, mediante movimientos opacos de supuestas triangulaciones o sofisticadas operaciones.

En el listado figura Erwin Lino, cuyo nombre aparece fresco en la memoria mediática luego que el actual vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, lo puso bajo reflector debido a cobros que supuestamente realizaba por sentarse con el antes titular del Ejecutivo, en en su época como secretario particular; sin dejar de lado al ex Oficial Mayor, Carlos Ramirez, que formó nexos tanto con los Maccise Yitani como con los Rodríguez, mediante más de un jugoso contrato.

Pero también apunte próximas acciones legales contra el poderoso empresario Juan Armando Hinojosa, de Grupo Higa y los desarrollos industriales que tiene en Toluca; así como próximos desprendimientos de las investigaciones que involucran el paso de Benito Neme por Caminos y Puentes Federales (Capufe), sus movimientos de efectivo y supuestos pagos para evitar que la maquinaria jurídica se active en su contra. ¿Cuándo se destaparán los avances de las averiguaciones? Es lo que se pregunta entre los cercanos de Peña Nieto. ¿Cómo se utilizará políticamente esta bomba de tiempo en el Estado de México?

Algunos cercanos al expresidente Enrique Peña Nieto se encuentran más que nerviosos, y es que tanto en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de Pablo Gómez, como en la Fiscalía General de la República (FGR), de Alejandro Gertz Manero, circulan fuertes versiones sobre que se encuentran a punto de revelar las identidades de aquellos que sirvieron como prestanombres para realizar una serie de transferencias internacionales de corte ilegal.

Se trata de resultados relacionados con las pesquisas que se ventilaron en marcha desde 2020, y que implican a María Isabel Barroso, a quien en sus tiempos como asistente y administradora personal del mandatario priista se le conocía como Maribel, y que además tocarían tanto a su marido como a su hijo.

Resulta que a Luis Alfonso Rodríguez se le ubica como parte de una serie de empresas que se llenaron las manos con adjudicaciones directas justo en dicha gestión, aunado a que su vástago, Maximiliano Rodríguez, también fue aliado de ese mandato como colaborador en la Oficina de la Presidencia durante unos cuatro años.

Sobre el trío de personajes se sabe que se han asentado en un departamento con valor de siete millones de euros en Madrid, España, país en el que Peña Nieto ha conseguido permiso para vivir hasta 2027 y donde puso a la venta una propiedad con valor de 650 mil euros, luego que la FGR confirmó que le sigue la pista de cerca con diversas carpetas abiertas.

Así, tampoco se puede dejar de mencionar a Alfonso Maccise Yitani, quien se dio a conocer como socio y operador financiero de los Rodríguez, y quien se sospecha habría enviado importantes cantidades a Madrid y Houston, así como a paraísos fiscales, mediante movimientos opacos de supuestas triangulaciones o sofisticadas operaciones.

En el listado figura Erwin Lino, cuyo nombre aparece fresco en la memoria mediática luego que el actual vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, lo puso bajo reflector debido a cobros que supuestamente realizaba por sentarse con el antes titular del Ejecutivo, en en su época como secretario particular; sin dejar de lado al ex Oficial Mayor, Carlos Ramirez, que formó nexos tanto con los Maccise Yitani como con los Rodríguez, mediante más de un jugoso contrato.

Pero también apunte próximas acciones legales contra el poderoso empresario Juan Armando Hinojosa, de Grupo Higa y los desarrollos industriales que tiene en Toluca; así como próximos desprendimientos de las investigaciones que involucran el paso de Benito Neme por Caminos y Puentes Federales (Capufe), sus movimientos de efectivo y supuestos pagos para evitar que la maquinaria jurídica se active en su contra. ¿Cuándo se destaparán los avances de las averiguaciones? Es lo que se pregunta entre los cercanos de Peña Nieto. ¿Cómo se utilizará políticamente esta bomba de tiempo en el Estado de México?