/ miércoles 3 de abril de 2019

El mundo de la realeza

LA CULTURA DE LA MUERTE EN LA ABADÍA DE WESTMINSTER.

Dedicado a Kaiser, mi perro fiel, a 7 años de su fallecimiento

Yo no me he dedicado a viajar, pero si les puedo comentar que he leído bastante y me falta mucho por saber. Reino Unido me fascina, tenemos que fijarnos en la abadía de Westminster, donde se celebran coronaciones y funerales.

Da la impresión que visitar esta abadía es sentir de cerca la historia, la muerte, sentir de cerca que nos vigilan reyes y reinas que lucharon por mantener la monarquía aún viva entre los ingleses.

Según me he informado, ya están listos los preparativos para un posible fallecimiento ya sea de la reina Isabel II o de su esposo, el duque de Edimburgo.

La reina ha cumplido a la perfección su deber desde 1936 cuando, tras la abdicación de su tío, Eduardo VIII, ella se convirtió en la presunta heredera del trono. Se creía que, ella rezaba para tener un hermano varón que fuera el futuro rey.

Hasta las mascotas reales tienen su propio cementerio. Pensando en su majestad y los corgis que ha tenido en toda su vida, recuerdo a mi perro pastor alemán llamado KAISER que es un título de realeza, si, su nombre, que significa Emperador.

Kaiser murió hace 7 años, y sólo se pudo despedir de mi un 3 de abril. Y me pregunto qué siente la reina cuando se mueren sus perros… o su familia.

Recordemos que tiene 67 años en el trono sólo porque el rey murió un 6 de febrero de 1952, ella no tuvo hermano, su tío abdicó sin herederos.

En junio de 1953 esa misma abadía se vistió de oro al coronarla como la reina de Inglaterra. A cuantas personas a conocido la reina en sus 93 años de vida, a cuantos ha enterrado, ha cuantos ha sobrevivido y sobrevivirá.

La monarca se ha llevado sustos con su marido, debido a su salud y a accidentes que el duque ha tenido. Ya cumplirá 98 años el 10 de junio, y el duque alcanzará la longevidad que tuvo su suegra, la reina madre, quien murió de 101 años de edad.

La abadía de Westminster también representó para su majestad felicidad, pues es ahí donde se casó con Felipe Mounbatten el 20 de noviembre de 1947.

Esta abadía también vivió o presenció el funeral en, enero de 1965, de Sir Winston Churchill, primer primer ministro – así se dice- de la reina. Recordemos que siendo Churchill primer ministro del rey Jorge VI, al morir este, recibió en el aeropuerto a la nueva y joven reina en 1952.

Churchill declinó, cortésmente, el título de duque de Londres, de parte de su majestad. Pero con orgullo, ostentó el grado militar de la orden de caballería de la jarretera.

Esta abadía, si la pueden visitar, huele a historia, y representa lo sagrado de la monarquía, de la política, de la cultura, de la arquitectura y del arte.

Es seguro que el príncipe de Gales y su esposa sean coronados aquí, en un futuro no muy lejano.

LA CULTURA DE LA MUERTE EN LA ABADÍA DE WESTMINSTER.

Dedicado a Kaiser, mi perro fiel, a 7 años de su fallecimiento

Yo no me he dedicado a viajar, pero si les puedo comentar que he leído bastante y me falta mucho por saber. Reino Unido me fascina, tenemos que fijarnos en la abadía de Westminster, donde se celebran coronaciones y funerales.

Da la impresión que visitar esta abadía es sentir de cerca la historia, la muerte, sentir de cerca que nos vigilan reyes y reinas que lucharon por mantener la monarquía aún viva entre los ingleses.

Según me he informado, ya están listos los preparativos para un posible fallecimiento ya sea de la reina Isabel II o de su esposo, el duque de Edimburgo.

La reina ha cumplido a la perfección su deber desde 1936 cuando, tras la abdicación de su tío, Eduardo VIII, ella se convirtió en la presunta heredera del trono. Se creía que, ella rezaba para tener un hermano varón que fuera el futuro rey.

Hasta las mascotas reales tienen su propio cementerio. Pensando en su majestad y los corgis que ha tenido en toda su vida, recuerdo a mi perro pastor alemán llamado KAISER que es un título de realeza, si, su nombre, que significa Emperador.

Kaiser murió hace 7 años, y sólo se pudo despedir de mi un 3 de abril. Y me pregunto qué siente la reina cuando se mueren sus perros… o su familia.

Recordemos que tiene 67 años en el trono sólo porque el rey murió un 6 de febrero de 1952, ella no tuvo hermano, su tío abdicó sin herederos.

En junio de 1953 esa misma abadía se vistió de oro al coronarla como la reina de Inglaterra. A cuantas personas a conocido la reina en sus 93 años de vida, a cuantos ha enterrado, ha cuantos ha sobrevivido y sobrevivirá.

La monarca se ha llevado sustos con su marido, debido a su salud y a accidentes que el duque ha tenido. Ya cumplirá 98 años el 10 de junio, y el duque alcanzará la longevidad que tuvo su suegra, la reina madre, quien murió de 101 años de edad.

La abadía de Westminster también representó para su majestad felicidad, pues es ahí donde se casó con Felipe Mounbatten el 20 de noviembre de 1947.

Esta abadía también vivió o presenció el funeral en, enero de 1965, de Sir Winston Churchill, primer primer ministro – así se dice- de la reina. Recordemos que siendo Churchill primer ministro del rey Jorge VI, al morir este, recibió en el aeropuerto a la nueva y joven reina en 1952.

Churchill declinó, cortésmente, el título de duque de Londres, de parte de su majestad. Pero con orgullo, ostentó el grado militar de la orden de caballería de la jarretera.

Esta abadía, si la pueden visitar, huele a historia, y representa lo sagrado de la monarquía, de la política, de la cultura, de la arquitectura y del arte.

Es seguro que el príncipe de Gales y su esposa sean coronados aquí, en un futuro no muy lejano.