/ lunes 25 de septiembre de 2017

El mundo de la realeza | Conspiraciones reales

Desde tiempos lejanos las ha habido. No solo Diana de Gales ha muerto gracias a una –creo yo- conspiración, sino tenemos por ejemplo a Eduardo II de Inglaterra que fue traicionado por su esposa Isabel de Francia y el amante de ésta, Roger Mortimer, ya que el rey era homosexual.

Además no importa el parentesco, como cuando Pedro el grande, zar de Rusia, mató con sus propias manos a su hijo y heredero, el zarévich Alexis, porque éste conspiró contra su padre, el emperador ruso.

También los Habsburgo aparte de Maximiliano de México, han tenido sus “conspiraciones”. Por cierto el emperador de México cumplió en junio 150 años de haber sido fusilado en Querétaro.

O como la muerte del kronprinz o príncipe heredero Rodolfo de Austria, sobrino de Maximiliano, y que si este no hubiera sido emperador de nuestro país, hubiera sido el Kaiser (emperador) de Austria. O cuando menos príncipe heredero. Pero, Rodolfo, igual que su madre, Sissi, la famosa emperatriz Isabel de Austria, denominada así de cariño, era republicano. Es una de tantas teorías sobre su muerte: que si traicionó a su padre, el emperador Francisco José al declararse republicano y conspirar contra él, que si era drogadicto, que era infiel, que quiso el divorcio de Estefania de Bélgica y el padre se lo negó como toda la sociedad de su época. Supuestamente se suicidó con María Vetsera, su amante.

En la actualidad podemos hablar de la muerte de Diana de Gales, la reina de los corazones del pueblo, podemos decir que la familia real británica es sospechosa como los gobiernos francés, americano, inglés, porque la princesa, entre los errores que cometió fue empezar una campaña para evitar el uso de minas antipersonales y eso es negocio militar.

Podemos hablar de Grace Kelly y su yerno, Stefano Casiraghi, cuyas muertes no se han aclarado muchos años después sobre todo la del segundo.

El hecho de que haya príncipes y princesas herederas, y sus respectivos consortes, o los mismos reyes, implica que en estos momentos de inseguridad internacional que ellos puedan ser objetivo político, militar o terrorista según ustedes lo quieran ver como, repito, la princesa Diana.

Tener un título no significa estar seguro de un atentado. De hecho, la misma Sissi fue asesinada por un anarquista italiano. A la princesa Ana, hija de la reina Isabel, la intentaron secuestrar en 1974 pero ella, acompañada de su entonces primer esposo, Mark Phillips, se negó a bajar de su auto, se portó valiente.

Otra conspiración política en este caso, fue la de la tatarabuela de Juan Carlos I, Isabel II de España, quien mediante una guerra cedió su corona primero, a Amadeo I, nacido en Italia de la familia Saboya, y este renunció y el hijo de Isabel, Alfonso XII, la sustituyó en su trono. Y todo porque esa reina era mujer y ninfómana (adicta al sexo). ¿Qué le parece?

Desde tiempos lejanos las ha habido. No solo Diana de Gales ha muerto gracias a una –creo yo- conspiración, sino tenemos por ejemplo a Eduardo II de Inglaterra que fue traicionado por su esposa Isabel de Francia y el amante de ésta, Roger Mortimer, ya que el rey era homosexual.

Además no importa el parentesco, como cuando Pedro el grande, zar de Rusia, mató con sus propias manos a su hijo y heredero, el zarévich Alexis, porque éste conspiró contra su padre, el emperador ruso.

También los Habsburgo aparte de Maximiliano de México, han tenido sus “conspiraciones”. Por cierto el emperador de México cumplió en junio 150 años de haber sido fusilado en Querétaro.

O como la muerte del kronprinz o príncipe heredero Rodolfo de Austria, sobrino de Maximiliano, y que si este no hubiera sido emperador de nuestro país, hubiera sido el Kaiser (emperador) de Austria. O cuando menos príncipe heredero. Pero, Rodolfo, igual que su madre, Sissi, la famosa emperatriz Isabel de Austria, denominada así de cariño, era republicano. Es una de tantas teorías sobre su muerte: que si traicionó a su padre, el emperador Francisco José al declararse republicano y conspirar contra él, que si era drogadicto, que era infiel, que quiso el divorcio de Estefania de Bélgica y el padre se lo negó como toda la sociedad de su época. Supuestamente se suicidó con María Vetsera, su amante.

En la actualidad podemos hablar de la muerte de Diana de Gales, la reina de los corazones del pueblo, podemos decir que la familia real británica es sospechosa como los gobiernos francés, americano, inglés, porque la princesa, entre los errores que cometió fue empezar una campaña para evitar el uso de minas antipersonales y eso es negocio militar.

Podemos hablar de Grace Kelly y su yerno, Stefano Casiraghi, cuyas muertes no se han aclarado muchos años después sobre todo la del segundo.

El hecho de que haya príncipes y princesas herederas, y sus respectivos consortes, o los mismos reyes, implica que en estos momentos de inseguridad internacional que ellos puedan ser objetivo político, militar o terrorista según ustedes lo quieran ver como, repito, la princesa Diana.

Tener un título no significa estar seguro de un atentado. De hecho, la misma Sissi fue asesinada por un anarquista italiano. A la princesa Ana, hija de la reina Isabel, la intentaron secuestrar en 1974 pero ella, acompañada de su entonces primer esposo, Mark Phillips, se negó a bajar de su auto, se portó valiente.

Otra conspiración política en este caso, fue la de la tatarabuela de Juan Carlos I, Isabel II de España, quien mediante una guerra cedió su corona primero, a Amadeo I, nacido en Italia de la familia Saboya, y este renunció y el hijo de Isabel, Alfonso XII, la sustituyó en su trono. Y todo porque esa reina era mujer y ninfómana (adicta al sexo). ¿Qué le parece?