/ miércoles 5 de diciembre de 2018

El sentido de encuentros como el G-20

Las reuniones multilaterales, en las que tienen participación las representaciones de diferentes países, no son cosa nueva, tienen ya varios años, aunque lo que sí ha hecho diferencia en las décadas recientes, es la forma en que se reúnen bloques de diferentes niveles de desarrollo, buscando niveles de acuerdo en los que puedan participar las naciones en la medida de sus capacidades.

Hasta hace algunas décadas, las reuniones multilaterales se daban entre países con niveles similares de desarrollo, habiendo por ejemplo encuentros del Grupo de los Siete (G-7), donde estaban representadas las naciones con mayor desarrollo económico (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia).

Estaban por otra parte los del Pacto de Varsovia, que eran los países europeos de corte comunista, que junto con la Unión Soviética hacían el bloque que enfrentaba a Estados Unidos y sus aliados, lo que se dio en los años de la llamada Guerra Fría, misma que terminó hacia el final de los años 80’s con la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de la Unión Soviética, tras la escisión de las 15 repúblicas que la integraban.

Precisamente la diplomacia mexicana ha sido precursora de encuentros entre países con diferentes niveles de desarrollo, para complementar capacidades e integrar a las naciones menos favorecidas en los complejos procesos productivos a nivel mundial.

Al respecto, recordamos como en 1981, cuando el presidente de México era José López Portillo, se realizó en Cancún, Quintana Roo, la primera Cumbre Norte Sur, que tuvo entre otras peculiaridades contar con la asistencia del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, además del presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, el de Brasil, Joao Figuereido, el de Venezuela, Luis Herrera Campins, el de Francia, Francois Mitterrand, el primer ministro de Canadá, Pierre Elliot Trudeau (padre del actual premier, Justin Trudeau), el de China, Zhao Zhiyang, además de Margareth Thatcher, primera ministro de la Gran Bretaña, Indira Ghandi, primera ministro de India y Julius Nyerere, presidente de Tanzania. Acudió también Kurt Waldheim, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas.

Las reuniones multilaterales, en las que tienen participación las representaciones de diferentes países, no son cosa nueva, tienen ya varios años, aunque lo que sí ha hecho diferencia en las décadas recientes, es la forma en que se reúnen bloques de diferentes niveles de desarrollo, buscando niveles de acuerdo en los que puedan participar las naciones en la medida de sus capacidades.

Hasta hace algunas décadas, las reuniones multilaterales se daban entre países con niveles similares de desarrollo, habiendo por ejemplo encuentros del Grupo de los Siete (G-7), donde estaban representadas las naciones con mayor desarrollo económico (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia).

Estaban por otra parte los del Pacto de Varsovia, que eran los países europeos de corte comunista, que junto con la Unión Soviética hacían el bloque que enfrentaba a Estados Unidos y sus aliados, lo que se dio en los años de la llamada Guerra Fría, misma que terminó hacia el final de los años 80’s con la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de la Unión Soviética, tras la escisión de las 15 repúblicas que la integraban.

Precisamente la diplomacia mexicana ha sido precursora de encuentros entre países con diferentes niveles de desarrollo, para complementar capacidades e integrar a las naciones menos favorecidas en los complejos procesos productivos a nivel mundial.

Al respecto, recordamos como en 1981, cuando el presidente de México era José López Portillo, se realizó en Cancún, Quintana Roo, la primera Cumbre Norte Sur, que tuvo entre otras peculiaridades contar con la asistencia del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, además del presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, el de Brasil, Joao Figuereido, el de Venezuela, Luis Herrera Campins, el de Francia, Francois Mitterrand, el primer ministro de Canadá, Pierre Elliot Trudeau (padre del actual premier, Justin Trudeau), el de China, Zhao Zhiyang, además de Margareth Thatcher, primera ministro de la Gran Bretaña, Indira Ghandi, primera ministro de India y Julius Nyerere, presidente de Tanzania. Acudió también Kurt Waldheim, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas.