/ jueves 16 de agosto de 2018

Fuera de agenda | La ola colombiana

Su figura es la “cabeza de playa” de las redes delincuenciales de origen colombiano que operan con entera libertad en México. El nombre de Mauricio Varela Reyes salió a relucir desde febrero pasado, a raíz del secuestro y asesinato en Puerto Vallarta de dos agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), cuyos restos fueron hallados al mes siguiente en un paraje del municipio de Xalisco, Nayarit.

Para las agencias de inteligencia del gobierno federal, existe una seria preocupación por el incremento de ciudadanos de origen colombiano que se han logrado introducir en el país y que se sabe forman parte de la delincuencia organizada. El caso de Varela Reyes, alias Manotas, sería el más ilustrativo, no sólo por la información que detrás del asesinato de los dos agentes federales habrían actuado paramilitares y exguerrilleros colombianos que sirven como mercenarios, sino porque está identificado como uno de los primeros líderes de origen extranjero que controla una zona del territorio nacional. Informes de inteligencia dados a conocer desde la primavera pasada lo ubican como jefe del cartel de Jalisco Nueva Generación en Puerto Vallarta.

En fecha reciente el intercambio de información entre los gobiernos mexicano y colombiano permitió ubicar sus redes en el país sudamericano. Varela Reyes es uno de los hombres que utiliza los puertos de la costa del Pacífico, como el de Buenaventura en el departamento de Valle del Cauca, para sus operaciones de trasiego de droga.

Parte de esa red tendría como punto de entrada a México las costas de Jalisco con Vallarta como epicentro.

Varela no es caso único. La Secretaría de Seguridad pública de la Ciudad de México dio a conocer en marzo pasado que la presencia de colombianos vinculados a hechos delictivos en la capital del país se incrementó en un año en 348%. La dependencia fue más allá cuando aseguró que bandas colombianas operan en al menos 22 estados del país.

De tiempo atrás se sabía que en la Ciudad de México, durante el gobierno que encabezó el futuro senador plurinominal Miguel Ángel Mancera, se caracterizó por permitir que crecieran las bandas dedicadas a la extorsión, robos a cajeros automáticos, cuentahabientes, casa habitación y transeúntes, integradas por colombianos. De 132 extranjeros detenidos por delitos del orden común durante 2017 y los primeros tres meses del 2018, 44 casos fueron de esta nacionalidad.

¿Cuál será la razón? Algunos analistas atribuyen a la flexibilidad en el tema migratorio, que se consolidó durante la presidencia de Juan Manuel Santos en Colombia y de Enrique Peña Nieto en nuestro país. Esta flexibilidad ha traído buenos resultados en el tema comercial, de negocios y de intercambios académicos y culturales. Y ha sido aprovechada por la añeja relación entre las mafias de ambos países.

Este problema es uno de los que están en la agenda de Andrés Manuel López Obrador que asumirá el cargo en la Presidencia de México casi cuatro meses después que su homólogo Iván Duque Márquez, quien comenzó su gestión el 7 de agosto. Duque podría ser su antítesis, es miembro del partido de derecha radical Centro Democrático, que lidera el cuestionado expresidente Álvaro Uribe Vélez.

@velediaz424

Su figura es la “cabeza de playa” de las redes delincuenciales de origen colombiano que operan con entera libertad en México. El nombre de Mauricio Varela Reyes salió a relucir desde febrero pasado, a raíz del secuestro y asesinato en Puerto Vallarta de dos agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), cuyos restos fueron hallados al mes siguiente en un paraje del municipio de Xalisco, Nayarit.

Para las agencias de inteligencia del gobierno federal, existe una seria preocupación por el incremento de ciudadanos de origen colombiano que se han logrado introducir en el país y que se sabe forman parte de la delincuencia organizada. El caso de Varela Reyes, alias Manotas, sería el más ilustrativo, no sólo por la información que detrás del asesinato de los dos agentes federales habrían actuado paramilitares y exguerrilleros colombianos que sirven como mercenarios, sino porque está identificado como uno de los primeros líderes de origen extranjero que controla una zona del territorio nacional. Informes de inteligencia dados a conocer desde la primavera pasada lo ubican como jefe del cartel de Jalisco Nueva Generación en Puerto Vallarta.

En fecha reciente el intercambio de información entre los gobiernos mexicano y colombiano permitió ubicar sus redes en el país sudamericano. Varela Reyes es uno de los hombres que utiliza los puertos de la costa del Pacífico, como el de Buenaventura en el departamento de Valle del Cauca, para sus operaciones de trasiego de droga.

Parte de esa red tendría como punto de entrada a México las costas de Jalisco con Vallarta como epicentro.

Varela no es caso único. La Secretaría de Seguridad pública de la Ciudad de México dio a conocer en marzo pasado que la presencia de colombianos vinculados a hechos delictivos en la capital del país se incrementó en un año en 348%. La dependencia fue más allá cuando aseguró que bandas colombianas operan en al menos 22 estados del país.

De tiempo atrás se sabía que en la Ciudad de México, durante el gobierno que encabezó el futuro senador plurinominal Miguel Ángel Mancera, se caracterizó por permitir que crecieran las bandas dedicadas a la extorsión, robos a cajeros automáticos, cuentahabientes, casa habitación y transeúntes, integradas por colombianos. De 132 extranjeros detenidos por delitos del orden común durante 2017 y los primeros tres meses del 2018, 44 casos fueron de esta nacionalidad.

¿Cuál será la razón? Algunos analistas atribuyen a la flexibilidad en el tema migratorio, que se consolidó durante la presidencia de Juan Manuel Santos en Colombia y de Enrique Peña Nieto en nuestro país. Esta flexibilidad ha traído buenos resultados en el tema comercial, de negocios y de intercambios académicos y culturales. Y ha sido aprovechada por la añeja relación entre las mafias de ambos países.

Este problema es uno de los que están en la agenda de Andrés Manuel López Obrador que asumirá el cargo en la Presidencia de México casi cuatro meses después que su homólogo Iván Duque Márquez, quien comenzó su gestión el 7 de agosto. Duque podría ser su antítesis, es miembro del partido de derecha radical Centro Democrático, que lidera el cuestionado expresidente Álvaro Uribe Vélez.

@velediaz424

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