/ miércoles 5 de febrero de 2020

Implicaciones del coronavirus

La sabiduría popular dice en ciertos casos: “Éramos muchos y parió la abuela”, siendo eso más o menos lo que nos ocurre ahora a nivel global, una vez más por un problema que viene desde China, aunque ahora parte de una cuestión sanitaria y no de un diferendo comercial entre las dos superpotencias mundiales en la materia.

Apenas se digería la firma de un acuerdo de ‘fase uno’ para avanzar en el diferendo comercial que tienen Estados Unidos y China, cuando en todo el mundo nos avisaron de un virus que al parecer se incubó en un mercado donde comercializan animales vivos en la ciudad de Wuhan, ubicada en el centro de China, la que tiene 11 millones de habitantes, población urbana que en esa nación al parecer no impresiona a nadie.

Como siempre, el gobierno chino no es de los que se quedan a contemplar la catástrofe y echar culpas y se puso a trabajar para resolver esta problemática de salud que ya ha cobrado la vida de más de 80 personas y que amenaza con convertirse en una auténtica pandemia.

Por lo pronto, la ciudad de Wuhan y otras de sus alrededores, ya se encuentran aisladas, lo que implica tener técnicamente en cuarentena a más de 50 millones de personas para detener la expansión global de este virus, del que hay ya 5 presuntos casos en Estados Unidos y en cuanto a los que se pensaba que se habían detectado en México, al menos resultaron no ser de esa cepa.

La gran preocupación, es que al darse la epidemia causada por este virus en la segunda gran potencia económica a nivel mundial, esto pueda causar un severo impacto económico en todo el mundo, algo que a duras penas se contuvo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Hoy, se vive una intensa preocupación entre inversionistas de todo el mundo por la sola idea de que el Coronavirus continúa expandiéndose, algo que afectaría al consumo mundial, pudiendo llevar hasta restricciones a viajes hacia naciones asiáticas, comenzando por China. Es importante tener en cuenta que este virus ya ha sido detectado en Japón, Corea del Sur y Tailandia, entre otras naciones de la zona.

Por otra parte, está el temor de que se adopten medidas restrictivas que perjudiquen al transporte de mercancías en la región Asia-Pacífico, algo que afectaría directamente a los equilibrios en el tránsito global de bienes de consumo.

Por lo pronto las aerolíneas resienten ya en la cotización de sus acciones el efecto del Coronavirus, pues, por ejemplo, la alemana Lufthansa, desde que cundió la alarma en mercados financieros, comenzó con una caída superior al 3 por ciento, de forma similar a cómo ha ocurrido con otras líneas de aviación de todo el mundo.

También los precios del petróleo están resultando afectados, al grado de que la mezcla mexicana de exportación, comenzó la semana viendo caer su precio por debajo de los 50 dólares por barril, debido al temor entre inversionistas de que China reduzca su demanda de energéticos y particularmente en lo referente a hidrocarburos.

La preocupación que está generando China, si bien, viene principalmente de lo referente a la propagación del Coronavirus, también se ve reforzada por la forma en que ha caído el crecimiento de su economía que al cierre del 2019 fue del 6.1 por ciento, cifra que en México nos resultaría más que tentadora e incluso envidiable, pero que, para ese país, representa su tasa más baja de crecimiento del Producto Interno Bruto en los 29 años recientes. De ese tamaño es el problema que se está viviendo por esas latitudes.

En definitiva, estamos viviendo tiempos de ajustes y conforme avance el 2020 se pondrán más duros, tanto por el proceso de juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como por las elecciones presidenciales que habrá en nuestro vecino del norte en noviembre próximo.

Mucho para 366 días (recordemos que es año bisiesto).

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre

La sabiduría popular dice en ciertos casos: “Éramos muchos y parió la abuela”, siendo eso más o menos lo que nos ocurre ahora a nivel global, una vez más por un problema que viene desde China, aunque ahora parte de una cuestión sanitaria y no de un diferendo comercial entre las dos superpotencias mundiales en la materia.

Apenas se digería la firma de un acuerdo de ‘fase uno’ para avanzar en el diferendo comercial que tienen Estados Unidos y China, cuando en todo el mundo nos avisaron de un virus que al parecer se incubó en un mercado donde comercializan animales vivos en la ciudad de Wuhan, ubicada en el centro de China, la que tiene 11 millones de habitantes, población urbana que en esa nación al parecer no impresiona a nadie.

Como siempre, el gobierno chino no es de los que se quedan a contemplar la catástrofe y echar culpas y se puso a trabajar para resolver esta problemática de salud que ya ha cobrado la vida de más de 80 personas y que amenaza con convertirse en una auténtica pandemia.

Por lo pronto, la ciudad de Wuhan y otras de sus alrededores, ya se encuentran aisladas, lo que implica tener técnicamente en cuarentena a más de 50 millones de personas para detener la expansión global de este virus, del que hay ya 5 presuntos casos en Estados Unidos y en cuanto a los que se pensaba que se habían detectado en México, al menos resultaron no ser de esa cepa.

La gran preocupación, es que al darse la epidemia causada por este virus en la segunda gran potencia económica a nivel mundial, esto pueda causar un severo impacto económico en todo el mundo, algo que a duras penas se contuvo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Hoy, se vive una intensa preocupación entre inversionistas de todo el mundo por la sola idea de que el Coronavirus continúa expandiéndose, algo que afectaría al consumo mundial, pudiendo llevar hasta restricciones a viajes hacia naciones asiáticas, comenzando por China. Es importante tener en cuenta que este virus ya ha sido detectado en Japón, Corea del Sur y Tailandia, entre otras naciones de la zona.

Por otra parte, está el temor de que se adopten medidas restrictivas que perjudiquen al transporte de mercancías en la región Asia-Pacífico, algo que afectaría directamente a los equilibrios en el tránsito global de bienes de consumo.

Por lo pronto las aerolíneas resienten ya en la cotización de sus acciones el efecto del Coronavirus, pues, por ejemplo, la alemana Lufthansa, desde que cundió la alarma en mercados financieros, comenzó con una caída superior al 3 por ciento, de forma similar a cómo ha ocurrido con otras líneas de aviación de todo el mundo.

También los precios del petróleo están resultando afectados, al grado de que la mezcla mexicana de exportación, comenzó la semana viendo caer su precio por debajo de los 50 dólares por barril, debido al temor entre inversionistas de que China reduzca su demanda de energéticos y particularmente en lo referente a hidrocarburos.

La preocupación que está generando China, si bien, viene principalmente de lo referente a la propagación del Coronavirus, también se ve reforzada por la forma en que ha caído el crecimiento de su economía que al cierre del 2019 fue del 6.1 por ciento, cifra que en México nos resultaría más que tentadora e incluso envidiable, pero que, para ese país, representa su tasa más baja de crecimiento del Producto Interno Bruto en los 29 años recientes. De ese tamaño es el problema que se está viviendo por esas latitudes.

En definitiva, estamos viviendo tiempos de ajustes y conforme avance el 2020 se pondrán más duros, tanto por el proceso de juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como por las elecciones presidenciales que habrá en nuestro vecino del norte en noviembre próximo.

Mucho para 366 días (recordemos que es año bisiesto).

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre