/ viernes 11 de mayo de 2018

La columna de hierro | En atún, le tiembla la mano a Conapesca

México se excedió por segundo año consecutivo en su captura de pesca de atún aleta azul, la cual es determinada por la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT). Este año la cuota se rebasó en 483 toneladas, mientras que en el 2017 se capturaron 643 toneladas por encima de lo estipulado.

Lo que más sorprende de esta violación sistemática a un acuerdo internacional, es que en ambas ocasiones la respuesta de la autoridad reguladora en la materia, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), que encabeza Mario Aguilar Sánchez, ha sido sumamente tibia.

Lo anterior debido a que su actuación ha sido tardía y complaciente, poniendo en riesgo el prestigio internacional ganado por México en materia de conservación y aprovechamiento sustentable de este recurso, además de afectar este negocio que en Baja California, al mando de Francisco Vega, genera miles de empleos.

De hecho, y de acuerdo con reportes de prensa, el año pasado las empresas que se sobrepasaron en la cuota fueron Servax Bleu del empresario mexicano Roberto Sertvije, y Chichimecas de los empresarios mexicano-coreanos Hak Song Lee y Jinyol Cho.

No obstante, aún no se sabe por qué en esa ocasión la Conapesca no las sancionó ni las obligó a devolver el producto al mar, pues recordemos que los atunes se capturan vivos para engordarlos en granjas y luego comercializarlos.

Pew Charitable Trusts, organización internacional sin fines de lucro, reclamó que en septiembre de 2017, los países acordaron un plan de reconstrucción mundial para la especie. Sin embargo, "hay poco margen para el error, y los excesos de cuota continuarán perjudicando la recuperación".

Por ello la actuación de Mario Aguilar y sus muchachos deja muchos cabos sueltos, pues en un comunicado tardío y escueto emitido la noche del miércoles pasado, dio a conocer que se procedería a la liberación de los ejemplares vivos de atún y en condiciones óptimas de supervivencia, bajo el control del director general de CIAT, pero sin dar más detalles respecto de cuándo y en dónde se liberará el producto.

Así, y después de dos años, dentro del sector siguen las preguntas de ¿Qué empresas violaron este año el acuerdo? ¿Fueron las mismas? ¿Por qué no se dan a conocer sus nombres? ¿Y qué se espera para sancionarlas?, pues Conapesca hace referencia a que se realizarán sanciones administrativas sin explicar si se trata de cancelar los permisos o concesiones.

Se trata de una violación sistemática que merece ser clarificada y sancionada, no basta con regresar esta vez el producto al mar, pues es un tema de conservación de alcance internacional que deja a México muy mal parado. Estaremos muy pendientes de la liberación de los atunes y de los nombres detrás de esta sobrecaptura.

Facebook: @LaColumnaDeHierro

Twitter: @ColumnaHierro

México se excedió por segundo año consecutivo en su captura de pesca de atún aleta azul, la cual es determinada por la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT). Este año la cuota se rebasó en 483 toneladas, mientras que en el 2017 se capturaron 643 toneladas por encima de lo estipulado.

Lo que más sorprende de esta violación sistemática a un acuerdo internacional, es que en ambas ocasiones la respuesta de la autoridad reguladora en la materia, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), que encabeza Mario Aguilar Sánchez, ha sido sumamente tibia.

Lo anterior debido a que su actuación ha sido tardía y complaciente, poniendo en riesgo el prestigio internacional ganado por México en materia de conservación y aprovechamiento sustentable de este recurso, además de afectar este negocio que en Baja California, al mando de Francisco Vega, genera miles de empleos.

De hecho, y de acuerdo con reportes de prensa, el año pasado las empresas que se sobrepasaron en la cuota fueron Servax Bleu del empresario mexicano Roberto Sertvije, y Chichimecas de los empresarios mexicano-coreanos Hak Song Lee y Jinyol Cho.

No obstante, aún no se sabe por qué en esa ocasión la Conapesca no las sancionó ni las obligó a devolver el producto al mar, pues recordemos que los atunes se capturan vivos para engordarlos en granjas y luego comercializarlos.

Pew Charitable Trusts, organización internacional sin fines de lucro, reclamó que en septiembre de 2017, los países acordaron un plan de reconstrucción mundial para la especie. Sin embargo, "hay poco margen para el error, y los excesos de cuota continuarán perjudicando la recuperación".

Por ello la actuación de Mario Aguilar y sus muchachos deja muchos cabos sueltos, pues en un comunicado tardío y escueto emitido la noche del miércoles pasado, dio a conocer que se procedería a la liberación de los ejemplares vivos de atún y en condiciones óptimas de supervivencia, bajo el control del director general de CIAT, pero sin dar más detalles respecto de cuándo y en dónde se liberará el producto.

Así, y después de dos años, dentro del sector siguen las preguntas de ¿Qué empresas violaron este año el acuerdo? ¿Fueron las mismas? ¿Por qué no se dan a conocer sus nombres? ¿Y qué se espera para sancionarlas?, pues Conapesca hace referencia a que se realizarán sanciones administrativas sin explicar si se trata de cancelar los permisos o concesiones.

Se trata de una violación sistemática que merece ser clarificada y sancionada, no basta con regresar esta vez el producto al mar, pues es un tema de conservación de alcance internacional que deja a México muy mal parado. Estaremos muy pendientes de la liberación de los atunes y de los nombres detrás de esta sobrecaptura.

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